“Quería demostrar que soy un león en la cocina”

Alberto

Seguir a @mikel_labastida

A Alberto, el estudiante de Medicina de Valencia, le debemos ya el momento televisivo del año. El ya célebre ‘León come gamba’ provocó el martes su expulsión de ‘Masterchef’ pero también un ruido atronador en las redes sociales, con chanzas en torno a su plato y apoyos y repulsas a la actuación de los jueces por el modo el que trataron al joven concursante nacido en Ontinyent.

Y es que nunca una patata había provocado tanta lágrima. El participante tuvo que enfrentarse a la prueba de expulsión en la que debía demostrar su capacidad para continuar en el programa de TVE. Los jueces le habían animado a que se lanzase, a que lo diese todo, a que mostrase carácter y se comportase como un león. Y para semejante empresa no se le ocurrió nada mejor que recurrir a un león literalmente. Lo ‘dibujo’ en una patata medio cocida que formaba parte de una especie de ensalada con gambas y pimientos que francamente no había por donde cogerla.

A Jordi y a Pepe no les tembló el pulso y expulsaron al futuro médico sin dudarlo. La acusaron de tomarles el pelo y de insultar a los fogones. Toma show. ¿No queríais show? Pues Alberto les dio tres tazas. Cuando la presentadora intentó entrevistarle sobre su fugaz paso por el concurso el estudiante rompió a llorar y aseguró que su intención era demostrar que podía ser un león en la cocina, pero que no lo había logrado. Y tan duro había sido el golpe que había decidido “esconderse en un pozo y no salir de él en dos años”. A dios pongo por testigo que nunca más me acercaré a una patata.

‘MasterChef’ se olvidó del plato y se centró en el plató, en el gran espectáculo de masas que es. Muchas han sido las críticas que han recibido los jueces por su actuación con el chaval de 18 años, al que, al más puro estilo de Risto Mejide en sus mejores tiempos, despidieron sin miramientos. El programa, por supuesto, no ahorró detalles y se recreó bien en las lágrimas y aspavientos del concursante. Los mismos usuarios que por las redes sociales afearon la conducta de los chefs Pepe y Jordi habían pasado todo la emisión (y la anterior también) haciendo bromas a costa de las ocurrencias del chaval y otras cuestiones con un tufo bastante rancio. Y luego está Alberto. ¿De verdad actuó tan inocentemente como simuló? ¿O exageró un poco sabiendo lo que vende un drama en televisión? Cuesta creer que no fuese consciente de la repercusión que una actuación así tendría en televisión y lo mucho que gusta en cualquier concurso un ramalazo friki.
 
Entre todos la montaron y allí mismo se lió. Alberto ya ha pasado a la posteridad como legítimo autor del ‘León come gamba’ (que debería patentar ya y comercializar en forma de receta, de logotipo de camisetas o como leitmotiv de un musical). Conseguirá presencia mediática y que nadie descarte un posible regreso al propio ‘MasterChef’. Si Telecinco le echa mano logrará un filón. El espacio de TVE alcanzó el 18,6% de audiencia y el espaldarazo definitivo para una tercera edición que promete. Promete espectáculo, cocina ya veremos. Esto es tele y todos los que participan en ella saben los mimbres que hay que tocar. Todos.

Los valencianos desde luego han llegado para echar el resto. Este curso hay cinco luchando por calzarse el gorro de MasterChef. Bueno, cuatro, tras la baja de Alberto, que tiene el dudoso honor de ser el primer expulsado. Junto a él está Encina, una jubilada que fue la que mejores ánimos envió al futuro médico mientras lloraba desconsolado. “¡Tienes todo por delante, novias, novios, sanfermines. Para arriba!”. Mila y el alicantino Fidel pasaron más desapercibidos esta semana. Tiempo habrá.

El que también apunta maneras es Pablo, campeón de artes marciales, que en el segundo programa protagonizó un drama previo al momento ‘León come gamba’. El concursante valenciano fue elegido uno de los mejores de la primera prueba y como tal mereció ser capitán de uno de los equipos para preparar la comida a invitados ilustres (es un decir) de la sociedad catalana. Pero en esta labor no estuvo a la altura y el equipo fue castigado y enviado a la prueba de eliminación. Y él lloró. Se llora mucho en las cocina de ‘MasterChef’ este año. Es tendencia. Más tarde volvió a llorar cuando le dio por defender a su compañeros asegurando que eran buenas personas y estaban dando lo mejor de sí, a pesar de que se habían reído de él. “Gracias por tu alegato, Gandhi”, le espetó Pepe Rodríguez en un momento de lucidez digno de todos los aplausos. 

Las cocinas de TVE han vuelto a abrirse a lo grande. La expedición valenciana promete poner todo de su parte para animar los pucheros y cazuelas. Ya lo han demostrado en las primeras emisiones de esta tercera edición que bien podría subtitularse “Sartenes y lágrimas”.
 
Seguir a @mikel_labastida

Títulos de crédito: Para quejas, sugerencias y otras necesidades humanas mi correo es mlabastida@lasprovincias.es