¿DÓNDE ESTAN LOS LIMITES? La muerte de un familiar versus cuatro días laborales… Entiendo y soy plenamente consciente que no son momentos fáciles para ningún empresario y por ende para los profesionales y trabajadores. Comprende la necesidad de ajustar, aunque no esté de acuerdo ni en las formas ni en las partidas. Pero cuando uno lee en la prensa declaraciones como las del D. José de la Cavada sobre que ve excesivo los cuatro días por el fallecimiento de un familiar “ya que no se viaja en diligencias” refiriéndose a que todo puede ser más rápido ahora, no dejo de reflexionar sobre hacia a qué tipo de sociedad y responsabilidad social vamos. Si somos capaces de analizar el frio papel desde ese punto de vista sin pensar en lo dramático de una muerte de un familiar, sin ni siquiera atender a las formas oportunas para sabiendo que es un tema delicado enfocarlo de otra manera, me parece que no deja de ser un síntoma de “un tipo de empresario” que tenemos, afortunadamente no creo el más común. No se puede generalizar pero el susodicho no deja de ser director de relaciones laborales de la CEOE. No es la primera vez que vemos “derrapes” de este estilo, que en realidad expresan el verdadero sentir espontaneo de cierto tipo de empresarios. Obviamente lo que más me preocupa es que sea un cargo en representación de los empresarios. Más allá de este caso, quizás es un síntoma más de un proceso desmedido, donde todo cabe desde el frio numero. Se corta sin atender a lo que hay detrás, quizás porque serán efectos colaterales. Todo vale, pero la pregunta real es ¿dónde están los límites? ¿No debería haber unos límites desde el sentido común? ¿Acaso hasta esto lo hemos recortado?