No deja de sorprenderme desde hace ya mucho tiempo la cantidad de organizaciones, públicas o privadas sin distinción, que siguen utilizando esquemas de jerarquía y poder para liderar sus proyectos. Basadas en alta burocracia, en la oportunidad del puesto y en el mundo relacional, las organizaciones basadas en el poder no solo rechazan el talento sino que lo ven como una amenaza a la promoción y carrera profesional. Suelen aparte pensar más en sus objetivos individuales y a corto plazo que en el colectivo y sostenible de la organización. Y lo que es aún más dramático, siguen siendo muy improductivas. Pero si todo esto está tan claro ¿Cómo las organizaciones basadas en el talento no han destronado a las organizaciones basadas en el poder? Existen cinco diferencias claras que las hacen claramente irreconciliables:
Ahora lea con tranquilidad de nuevo estas cinco diferencias y plantéese una pregunta. ¿Cómo quiero que sea mi organización? ¿Basada en el poder? ¿Basada en el talento? En España dos terceras partes de nuestras organizaciones se basan en las jerarquías y el poder, mientras que en otros países con una mayor profesionalización en el management o dirección de empresas es a la inversa, dos terceras partes se basan en la gestión del talento. De usted, depende…