No cabe duda que hemos vivido tod@s con un gran dramatismo lo que ha sucedido en los Alpes, tanto por las víctimas y familiares en sí como por el gran impacto social que genera. Más allá de que la situación se haya dado en Lufthansa o en otra compañía aérea, creo que es importante analizar a fondo la perspectiva psicológica de los procesos tanto de selección como de revisión/evaluación en estas compañías. E incluso me atrevería a decir casi que en general aplicable a otros procesos como puede ser en la revisión del carnet de conducir como elemento concreto, o en general incluso en los procesos de selección en las empresas. ¿A qué me refiero? Los recursos humanos son muchas veces considerados la parte “light” de la empresa, aquella más intangible que no tiene que ver con los números financieros ni con la ingeniería o producción ni con las ventas. Sin embargo, desde los años 90 se ha demostrado la importancia de integrar los recursos humanos y todas sus herramientas en la dirección estratégica de la empresa. Eso significa comenzar a dar valor a los procesos de reclutamiento, selección, promoción, evaluación, remuneración, entrenamiento, etc… En realidad, en los sistemas de gestión del talento de las organizaciones se suelen establecer políticas específicas para personal clave así como también sistemas de desarrollo y entrenamiento para el personal de la organización en general. Y una cuestión básica en estos sistemas es la interdependencia. Es decir, que si entrenamos a parte del personal para la mejora o desarrollo de una competencia profesional, se hace desde una evaluación constante hacia la mejora, pero con informes periódicos de los profesionales a la dirección pudiendo tener “hitos” o realidades constatables de los profesionales en el tiempo. Este tipo de sistemas de información permite tener un cuadro mucho más completo de los profesionales y no tenerlos como sujetos aislados difícilmente reconocibles por las empresas. Por lo tanto, solo la comprensión del personal desde su individualidad e interdependencia permite que se gestione de modo eficaz el talento organizativo e individual. Hemos de recordar que la palabra reclutamiento viene precisamente de las grandes guerras mundiales donde hubo necesidad de dar armas a personas y se planteó la necesidad de evaluar psicológicamente al personal, tales como el Test Army Alpha o el Army Beta. Todo este conocimiento acumulado se transfirió posteriormente al mundo de la empresa en tiempos de paz. Sin embargo, a pesar de la relevancia de estas situaciones muchas veces no se les da el valor que deberían tener. Creo que deberíamos utilizar firmemente la situación actual para renovar, repensar y elaborar sistemas más complejos que permitan aprender de la situación actual. Y no hablo de protocolos de actuación en cabina ni otros procedimientos que obviamente son importantes y necesarios. Hablo de mejorar y profundizar más en los sistemas de entrada y revisión psicológica y psiquiátrica que se dan, dada la evolución tan importante que han tenido estas ciencias de la salud y del comportamiento. De hecho, a la economía le paso lo mismo con la psicología, la consideraban la “caja negra” como un área inexpugnable de difícil exploración y por lo tanto de difícil análisis. Sin embargo la dificultad no debería ser un impedimento de la necesidad de aplicar e integrar las ciencias del comportamiento en el día a día organizativo. Al fin y al cabo, las organizaciones son personas…
PD. Mi más sincero pésame a todos los familiares por este gran drama humano.