Los últimos datos de un estudio de la OCDE reflejaban que los niños españoles estaban estresados con las tareas. Y la verdad es que no me extraña, pues cada vez se están utilizando más las técnicas y métodos de la empresa con los niños. Pero no los mejores de gestión del talento, sino todo lo contrario, los más coercitivos y de presión. En vez de comprender que para generar las mejores competencias en los niños tenemos que centrarnos en cómo construyen el conocimiento, en la mejora de sus habilidades como personas y en la actitud crítica y constructiva ante la vida, parece que seguimos encerrados en la idea de aprender información como meros recipientes. Por eso cada vez más se intensifica la presión en los colegios con exámenes (cuatro o cinco por semana) y tareas en casa (dos horas adicionales a las 8 horas que pasan en los colegios). Utilizar estos métodos significa no comprender ni la mente del niño ni su evolución. Y no creo sea un tema de profesorado, sino de directiva política y educativa. Algo deberemos cambiar ya y pronto, pues nos jugamos el futuro de nuestro país y el talento de unos niños que supuestamente crecían en el siglo XXI. La vida se tiene que descubrir desde la curiosidad y el interés, y no comprimirla en conceptos memorísticos, es demasiado bella para que la deshumanicemos así.
Para un mayor detalle de esta idea ver entrada en mi blog personal: ¡Niños estresados! Pero ¿qué les estamos enseñando los adultos?
@roberiluna
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