El martes pasado di una conferencia en el IV Encuentro Profesional de Asesores con el título “Claves para liderar la transformación de tu despacho profesional” donde disfruté de las ponencias de colegas mis como Tomas Font, Jose Luis Peino y Dario Piera (mentalista, mago y coach). Uno de los objetivos que me planteé con mi ponencia fue precisamente lanzar un mensaje de “humanización” de los despachos profesionales. Y no es que no haya personas en los despachos y asesorías, más bien lo que pasa es que nos volvemos máquinas burocráticas y tecnológicas y nos olvidamos que cuando viene el empresario o directivo con sus “problemas” en la empresa, viene con problemas más allá de los puntuales que nos plantea. Obviamente, comprendo al especialista que se centra en su especialización laboral, fiscal o del tipo que sea, pero quizás si humanizamos las intervenciones y formamos de un modo más completo a nuestros asesores en materia de gestión del talento, liderazgo y recursos humanos, estoy seguro lograríamos una intervención más global y con mayor impacto en el cliente. Al fin y al cabo, es la orientación cliente la que diferencia entre las empresas que sobreviven y las que tienen los días contados. Entonces ¿qué competencias les pedimos a los asesores? En mi intervención me entrevistó inicialmente Jose Antonio Carazo, Director de la Revista Capital Humano, y comentaba cuatro áreas de necesidad de mejora de los despachos: (1) mejora técnica y especialización, (2) estrés y tensión, (3) nuevos servicios y (4) orientación comercial. Desde un punto de vista de la gestión del talento, comprendemos estas necesidades del sector como competencias, es decir, conocimiento, habilidades y actitudes. De este modo, podrías decir desde los recursos humanos y gestión del talento que los asesores de despachos profesionales podrían mejorar y humanizar su negocio si intervienen las competencias de (1) profesionalización, (2) residencia e inteligencia emocional, (3) innovación y (4) actitud comercial. Y es que cuando un empresario nos busca por una problemática en realidad lleva su empresa a cuestas, las intervenciones deben ser más globales para poder dar mejor respuesta al cliente.
El asesor debe comprender que el cliente pide más de lo que puntualmente normalmente manifiesta, más allá de la solución repetitiva y técnica, la complejidad de los negocios requiere respuestas más globales (holísticas) y complejas profesionalmente. Hagamos de nuestros asesores profesionales más abiertos a la gestión del talento propio y del cliente, y obtendremos nuevas estrategias de fidelización de clientes. El cliente lo es todo hoy en día y estar a su servicio requiere tener profesionales abiertos a comprender nuevos modos de relacionarse y de solucionar el día a dia. Muchos de los despachos son “pequeñas empresas” pero que tienen un gran impacto en la competitividad de nuestras empresas, por lo tanto, necesitamos una transformación real y profunda de nuestros despachos en aquello que les puede diferenciar. Ese valor añadido es el “tesoro” real que va a diferenciar en el tiempo entre los que sobreviven porque retan el status quo de la empresa y aquellos que continúan haciendo lo mismo sin cuestionarse la profunda transformación que todos necesitamos hoy en día en la empresa.
Jornadas como la organizada por AEDIPE, Clavei-Clave Informática, Wolters Kluver y A3Software en Fundesem (Alicante) reflejan la necesidad de seguir estimulando y provocando el cambio en nuestra pyme para su mejora continua. Gracias a todos.