Este domingo pasado tuvimos la suerte de ver un partido de tenis de los llamados históricos. Hubo tensión, lucha, calidad, entrega y gran juego por ambos tenistas. Pero sobre todo quisiera destacar algo más allá del mero partido, y fue el gran ejemplo que han dado estos deportistas de sus valores y educación.
No creo sea nada fácil perder una final y aguantar el tipo, de hecho la cara de Rafa Nadal lo decía todo, era un verdadero poema cuando perdió. Pero, sin embargo, conforme inició su discurso más se fue soltando de la gran calidad que tiene como deportista, y sobre todo como persona. Tuvo claro que Roger Federer jugó mejor y se mereció la victoria, aunque a veces fuera por pequeños detalles.Y Roger Federer dijo una frase que deja claro que el mejor tenista del mundo y de la historia, es también una de las personas más ejemplares que existen.
En 2009 Rafa animaba a Federer cuando no pudo contenerse y se puso a llorar con su celebre frase “God, it´s killing me” (Dios me está matando) y Rafa le dijo “Recuerda que eres un gran campeón…”. Pero la frase que le dijo el domingo Roger a Rafa fue para enmarcarla y ponerla en todos los colegios y centros deportivos nacionales “Sé que en el tenis no hay empates, pero si los hubiese, sería un honor compartir el trofeo contigo Rafa. Tú también merecías ser campeón de este torneo”.
Cuando vemos este tipo de ejemplos, no podemos menos que emocionarnos antes momentos donde los valores sociales se resquebrajan continuamente en los últimos años. Estos dos astros, fenómenos deportivos y extradeportivos, merecen ser los embajadores de una cultura de valores basada en el respeto, la consideración y la empatía.
Indudablemente ha sido uno de los Domingos con más aprendizaje por el ejemplo de los últimos tiempos. Ojalá nuestras sociedad pueda saber abstraer el significado de estos dos monstruos y aplicarlo en el dia a dia de nuestras siguientes generaciones. Ambos tenistas se han hecho y construido a si mismos. De hecho, Federer también rompió alguna raqueta de niño y ha aprendido a tener un autocontrol y una gestion emocional impresionante. Y Rafa, lloró también de niño cuando perdía algun partido, y con el tiempo ha sabido gestionar esa energía y controlarla.
Solo puedo acabar diciendo gracias, por el espectaculo, por la humanidad, por la grandeza, por todo… GRACIAS…