La barriga. Ese talón de Aquiles del género masculino que tanto acompleja y sobre el que tantas leyendas existen. ¿Quién no ha escuchado aquello de la curva de la felicidad? Perder la grasa abdominal es una de las peticiones más comunes entre los hombres a la hora de emprender una vida sana y puede resultar más fácil de lo que parece.

Está demostrado que los hombres y las mujeres acumulan el excedente de grasa de forma distinta. Mientras las mujeres lo hacen en los glúteos y las caderas, la tendencia masculina es guardar los excesos de grasas en el abdomen. Sin embargo, aquí los chicos tenemos las de perder ya que acumular grasa en la barriga es mucho más peligroso que tener un excedente en otras partes del cuerpo.

Todos los estudios médicos vinculan lo que llamamos tripa a problemas cardiovasculares, a segregar en exceso citosina que puede provocar resistencia a la insulina y, en consecuencia diabetes, reduce la testosterona…Se supone que si excedes los 95 centímetros de cintura, el riesgo se incrementa, pero para saber tu estado de salud es mejor que hables con un médico. Y además, no nos olvidemos del componente estético. No sois pocos los que me habéis consultado si se puede hacer algo concreto para perder barriga y la respuesta es SÍ.

Pero, sobre todo, hay que tener constancia. No te olvides que perder grasa de una determinada parte del cuerpo es imposible, se pierde de todo el organismo y cuando empiezas a disminuir el porcentaje graso de tu cuerpo donde más se nota es donde la piel es más fina, como la cara. Pero no desfallezcas, si mucha gente puede, ¿tú por qué no? Aplica el sentido común, la inteligencia y estos tres sencillos pasos:

1.- Cuida la alimentación: Una vez más debes tener en cuenta claves como limitar los carbohidratos por la tarde-noche, eliminar el alcohol, no pasar más de cuatro horas sin comer nada, beber dos litros como mínimo de agua, apostar por las frutas y las verduras, desayunar de forma contundente e introducir alimentos clave como las carnes magras y el pescado. No se trata de sufrir ni de eliminar comidas que nos encantan.

Mi consejo siempre es que acudas a un buen endocrino o nutricionista que adapte una dieta correcta a tu estilo de vida y que seas paciente.

2.- Introduce ejercicio aeróbico. Aunque comas muy bien, si no te mueves, pocos resultados notarás. El ejercicio aeróbico es beneficioso para tu salud mental, tu organismo y es el principal motor para quemar grasas. Anda rápido, empieza a salir a correr, disfruta del deporte y de aquello que te guste. Siempre aconsejo a la gente que se apunte a un gimnasio porque vas a estar en manos de profesionales y en el caso del ejercicio aeróbico vas a poder probar decenas de alternativas: desde el crossfit al combat, spinning, step, bailes… Hoy en día, además, casi todas las clases colectivas incluyen la tonificación como una parte más de la sesión, con lo que los resultados serán mucho más rápidos. Pierde complejos y piensa, ¿si siempre hago lo mismo, cómo voy a obtener resultados distintos?

3.- Tonifica la pared abdominal. Detrás de esa tripa abultada, querido amigo, tienes la suerte de tener uno de los grupos musculares más potentes del cuerpo humano: los abdominales. Los músculos, al crecer, consumen grasa por lo que si los tonificas y los haces trabajar vas a disparar la eliminación de esa antiestética grasa con una pérdida de volumen. Hay miles de formas de hacer abdominales y no sólo vas a adelgazar, sino que vas a fortalecer la espalda y la piel estará tersa y firme. No obstante, es importante tonificar todos los grupos musculares si quieres resultados evidentes y óptimos. También es muy aconsejable que el trabajo aeróbico lo dejes para el final del entrenamiento.

No es tan complicado como parece, está en tú mano hacerlo. Tienes la edad y las circunstancias perfectas para ello.