Hay infinidad de teorías respecto a cuál es la mejor hora del día para hacer deporte pero la respuesta es, después de analizar todos los estudios, que depende de lo que se busque.
En principio el mejor momento para realizar ejercicio es entre las 18.00 y las 21.00 horas ya que el metabolismo empieza a relajarse y los músculos están más flexibles y la temperatura corporal es más alto lo que implica también que se reduce el riesgo de lesión.
Una de las grandes claves del ejercicio y del entrenamiento es el descanso. De ahí que el hecho de que estas horas estén cerca del momento del sueño ayuden. Es muy común que haya personas que practiquen deporte para poder conciliar mejor el sueño y es evidente porque entrenar por la tarde implica también este beneficio.
Además, varios estudios apuntan a que el nivel de hormonas en ese momento del día es el más alto lo que implica una mejor recuperación y crecimiento muscular.
Pero tranquilidad, aunque entrenar por la tarde es la mejor opción, si por circunstancias de la vida tienes que hacerlo por la mañana, calma. El deporte es muy beneficioso también a primera hora del día.
De hecho, si el objetivo es perder grasa, no lo dudes ya que entrenar en ayunas es un truco que usan muchos deportistas para mejorar puesto que los niveles de glucógeno están bajos y para compensar el organismo recurre de forma más ‘rápida’ a la grasa acumulada. Hay muchos médicos que recomiendan hacer ejercicio en franjas horarias separadas del proceso de la digestión, por lo que hacerlo en ayunas es perfecto y, aunque mucha gente crea que no podría, lo cierto es que es más psicológico que físico ya que si por la noche hemos realizado una carga correcta de hidratos, grasa y proteían, no hay ningún problema.
Además, la sensación de empezar el día con las endorfinas altas y el hecho del ‘deber cumplido’ nos puede permitir afrontar de forma muy positiva la jornada y con claridad de ideas.
A todo ello se le une un tercer matiz: si el objetivo es competir, lo mejor es entrenar a la misma hora en que serán la competición. Y, sobre todo, encontrar el momento en el que más se disfruta.