Los mitos falsos que rodean a los gimnasios y al mundo del fitness son muy, muy complicados de erradicar y prueba de ello es que incluso gente que entena de forma habitual los sigue creyendo. Aquí el top de los más habituales.
1.- Perder grasa localizada. Incluso se han hecho experimentos científicos que demuestran que no es posible de ninguna manera. De hecho, se hizo la prueba de una persona que durante un mes sólo entrenó una pierna y, pasado el mes, el volumen de grasa era el mismo en ambas. Esto demuestra que la grasa se pierde y se acumula de forma homogénea en todo el cuerpo con zonas en las que es más habitual tener depósitos de acumulación. Así que si alguien te promete perder grasa de una zona concreta, huye, es algo que les gusta mucho decir a los estafadores.
2.- ‘Quemar los excesos’. Hay gente que programa la sesión de deporte dependiendo de lo que ha comido, cuando son dos procesos que, si bien van ligados, son imposibles de equilibrar. Es decir, está bien que tras un exceso salgas a hacer ‘running’, pero no creas que por diez minutos más de ejercicio quemarás el helado que te has comido. Es decir, come limpio y entrena.
3.- Hacer muchos abdominales. No sé si sabes que cuando sales a correr, por ejemplo, ya estás trabajando los abdominales. Aunque se pueden y deben trabajar de forma específica, por mucho que los trabajes si hay una capa de grasa que los cubra no se podrán marcar, si es tu objetivo. Para que se destapen debes estar en torno al 10% de grasa corporal y no sirve de nada sesiones maratonianas de 1.000 abdominales al día, es mejor el entrenamiento global.
4.- Métele peso a la barra. Cada uno tiene una fuerza y, por lo tanto, calma. Es mil veces más importante la técnica y te aseguro que sólo con el peso corporal se pueden conseguir grandes resultados. El peso que seas capaz de levantar, si es tu objetivo, es cuestión de tiempo y, sobre todo, debes compararte contigo mismo.
5.- Tomar más proteína. La proteína es necesaria, sí, para la reparación muscular pero de nada sirve si unos buenos carbohidratos que ayuden a la reconstrucción. Así que, aunque los suplementos sirven y ayudan, no creas que son mágicos.