La semana pasada analizamos todos los trucos que las grandes superficies utilizan para que compremos todo aquello que no nos hace falta. Sin embargo, hay un elemento que hace que podamos resistir todas las tentaciones: la inteligencia. Somos seres racionales que si no queremos ser engañados, simplemente debemos aplicar nuestro intelecto y, para ello, anota estos trucos que te ayudarán a llevar una vida sana, ahorrar y no caer en tentaciones.
1.- Elabora un menú. No improvises las comidas. De la misma forma que duermes siempre a la misma hora, piensa en la importancia de la alimentación y confecciona un menú semanal. Con esta herramienta te será mucho más fácil identificar qué tienes que comprar y sobre todo evitarás tener que tirar comida. No crees los menús en el supermercado o siguiendo las ofertas, planifícalo.
2.- Lleva una lista. Anota todo lo que te haga falta antes de salir de casa y no te muevas de la lista. Puedes tener una libreta en la que anotar cosas de manera que se van acabando: detergentes, por ejemplo. A ello añade lo que necesites para tu menú semanal y compra solo lo de la lista.
3.- Compra sin hambre. Si vas a comprar con hambre el sentido común se pierde porque compras deseos en lugar de necesidades. Hazlo después de comer, se ahorra mucho. Ten en cuenta una cosa: lo que compras, te lo acabarás comiendo.
4.- Usa mercados de proximidad. Comprar en pequeñas tiendas te ayuda a ahorrar. La fruta en fruterías por piezas, en lugar de en bolsas. La carne y el pescado… usar los mercados te ayuda a adquirir productos frescos y de calidad y, sobre todo, apuesta por productos de temporada, más baratos y de mejor calidad.