>

Blogs

Álex Martí

Fitness&Roll

Trucos para controlar el hambre

Uno de los principales miedos de las personas que empiezan una dieta es poder llegar a controlar el hambre y no ceder a las tentaciones. En este caso, como en tantos otros, la información es poder y no hay que creer en los tópicos heredados ni en consejos sin ningún tipo de fundamento. Lo primero que has de saber es que pasar hambre no es bueno y si una dieta te produce esa sensación es que no es la adecuada para ti.

Además, antes de seguir avanzando has de saber que es mucho mejor seguir unas normas básicas, unos hábitos de vida saludables, en lugar de pasar por la tortura de una dieta milagro que no servirá de nada a largo plazo.

Aun con todo, debes saber que existen dos tipos de hambre: el hambre consciente y el hambre inconsciente.

Me explico. El cuerpo humano necesita de los alimentos para funcionar, eso es algo que sabemos todos. También sabemos que dependiendo de lo que comamos, eso se reflejará en nuestro cuerpo y también sabemos todos que hay alimentos que tienen unas funciones u otras. Por ejemplo, todos sabemos las diferencias que nos aportan una manzana o un donut.

El hambre consciente es simplemente lo que el cuerpo te pide para seguir funcionando: carbohidratos, proteínas, grasas, azúcares… Y cada alimento genera una reacción en el organismo. Por ejemplo que los azúcares son adictivos porque generan reacciones químicas muy rápidas en el cerebro.

Pero has de saber que existe un hambre inconsciente. El ser humano no deja de ser un animal dotado de inteligencia, pero animal, y la supervivencia es el principal instinto del ser humano. Ahora, con neveras y congeladores ya no sucede, pero este tipo de hambre proviene de la prehistoria, de cuando el ser humano era nómada y sólo comía cuando conseguía alimentos. De ahí que comamos más por instinto animal que por verdadera necesidad: había que comer todo lo que se podía porque no se sabía cuándo volvería a haber alimentos. Es antropología pura y dura.

 

Además, la reacción por la que el cuerpo convierte el excedente en grasa es otro mecanismo de protección para que la raza haya evolucionado. El organismo recurre a ese excedente cuando hay carestía de alimentos. Algo que sucede en todas las especies.

Pese a lo que diga Darwin, el ser humano todavía no ha sabido librarse de este instinto, el de comer más de lo que necesitamos. Pero hay un truco: tenemos la inteligencia.

Este instinto es un perfecto aliado para la industria alimentaria que genera necesidades falsas así como nuestra propia sociología: todas las religiones celebran todos los hechos felices con comida y festines desde el Medievo a la vez que unen el prescindir de alimentos como un hecho de respeto a Dios (no comer carne en viernes, el Ramadán…), es el máximo sacrificio.

Para distinguir sobre estos dos tipos de hambre hay algunos secretos. Si uno para a mitad de una comida y se pregunta: ¿de verdad tengo más hambre? Si lo analizas, en la mayoría de las ocasiones la respuesta será no. La forma más racional de no excederse en calorías es esa, comer sólo lo que el cuerpo necesita. Luego están los llamados ‘antojos’. Es cierto que a veces el organismo nos pide un determinado tipo de alimento.

En estos casos lo mejor es aplicar el sentido común y no comerlo. Espera 48 horas y si te sigue apeteciendo, cede de forma moderada. La fuerza de voluntad se entrena igual que un músculo y por eso lo ideal es que dentro de un estilo de vida saludable tengas algún día libre (con moderación) y que aprendas a ser más fuerte que los estímulos.

Por supuesto en este blog no podía faltar: el ejercicio te va a ayudar mucho a controlar el apetito y te va a permitir desconectar. Es importante que el organismo no esté más de cuatro horas sin ingerir alimentos y que en cada comida el equilibrio sea la base y no te conviertas en un esclavo de las calorías, la dieta es un aprendizaje hacia un estilo de vida, no tres meses al año.

Nunca saltarse una comida y aplicar esta máxima: desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo. Es cierto. Desayunar de forma sana, equilibrada y contundente y controlar las cenas te va a ayudar mucho a cumplir tus objetivos. Pero no te acuestes con un hambre excesivo y bebe agua constantemente.

Si sigues estos consejos e introduces ejercicio en tu vida tu metabolismo se activará y con una rutina sencilla y llevadera lo de pasar hambre pasará a la historia. Pruébalo. Te hará sentir bien. Estás a tiempo y acuérdate de Escarlata! Jamás volverás a pasar hambre.

Otro sitio más de Comunidad Blogs lasprovincias.es

Sobre el autor

Periodista amante del fitness, la nutrición y, sobre todo, hacer deporte por diversión. En este blog descubrirás pequeños hábitos que pueden hacerte sentir mejor de mano de los mejores expertos. Recuerda: las lágrimas te darán compasión, pero el sudor te dará resultados. @alejandrmarti


noviembre 2014
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930