Ser feliz adelgaza. Tal cual. No es que me haya esnifado el polvo de cinco tazas de Mister Wonderful, es que lo dice la ciencia.
Y es que los sentimientos están relacionados con la forma que tiene nuestro organismo de regular el metabolismo (el nivel de quema de energía), incluso de limpiar nuestro cuerpo de toxinas y de acumular grasa. Y de entre los sentimientos, los que más influyen son (y por este orden):
La ansiedad, el estrés, la frustración y la negatividad. Es decir, estos cuatro sentimientos provocan que tengamos menos herramientas para adelgazar (si ese es nuestro objetivo) e incluso pueden provocar que subamos de peso. En el caso de si estamos en un periodo en el que intentamos ganar masa muscular, el estrés o la ansiedad puede entorpecer una de las partes más importantes para conseguirlo: el descanso.
Aunque, obviamente, es difícil huir de determinadas situaciones, hay varios estudios que apuntan a que podemos conseguir darle la vuelta a todos estos sentimientos.
No obstante, hay una fórmula infalible para lograr reducir la ansiedad, el estrés y la negatividad: el deporte. Siempre digo lo mismo cuando alguien antes de entrenar me cuenta sus problemas: no conozco a nadie que en medio de unas flexiones se acuerde de su jefe. Es decir, durante el deporte nuestra mente se libera y nuestro organismo recibe un chute de endorfinas que nos van a conseguir reducir todos los sentimientos negativos. El deporte nos aporta salud mental y estabilidad.
Si hay una máxima en la que creo es que uno puede hacer todo aquello que se proponga. Aunque a veces es complicado porque no sólo tienes que superar el miedo propio, sino el miedo de los demás que ta van a intentar convencer de que no es así.
Y, aunque no lo creamos, el miedo es el principal sentimiento, el que provoca todos los demás.