Javier Martínez (Publicado en 2007)
Queridos interanutas, hoy les propongo un viaje por el mapa delictivo de la Comunitat Valenciana. Les invito a subir al tren de este artículo con paradas en Picassent, Fontcalent, Villena, Orihuela, Vinaròs y, por supuesto, en Valencia.
Las prisiones de nuestra región, además de ser de las más masificadas de España, cuentan con otra lacra: están a la cabeza en cuanto a la cantidad de sustancias estupefacientes intervenidas. Este dato es una de las principales conclusiones de un informe presentado en 2007 por la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip).
Pero lo preocupante es que si se aprehende mucha droga también logran introducirla en las cárceles tras burlar los controles de los funcionarios.
Y por supuesto, no hay ninguna estadística sobre el número de dosis que los reclusos y sus familiares consiguen colar en las prisiones valencianas.
Mientras algunos presos consumían estupefacientes en sus celdas, la Guardia Civil y la Policía Nacional seguían con sus cruzadas particulares en pro de la salud pública. Prueba de ello fueron las bandas de traficantes de cocaína y heroína desarticuladas en Vinaròs y Orihuela en 2007.
La Policía Local de Valencia tampoco se quedó atrás en lo que se refiere a la lucha antidroga. El mismo año, una patrulla descubrió un invernadero de marihuana en una planta baja de la calle Ramón de Rocafull. Dos hombres fueron detenidos como presuntos responsables del cultivo ilegal. Esta fue sólo una de las numerosas detenciones que realizaron los agentes municipales.
Una de las operaciones más importantes de 2007 tuvo lugar el 31 de agosto. La Policía Nacional desarticuló ese día una banda de ladrones rumanos que tenía previsto perpetrar un robo diario hasta regresar a su país a mediados de septiembre
El grupo delictivo estaba afincado en Valencia, pero se desplazaba por toda España para asaltar empresas. De provincia a provincia y robo porque me toca. Así actuaba la banda de malhechores de los Cárpatos.
Como si el mapa de nuestro país fuera un tablero del juego de la oca, los delincuentes solían mover ficha todas las noches hasta que la policía les paró los pies. Cinco de los ladrones fueron detenidos en una carretera de León cuando regresaban a Valencia tras robar en una empresa de Lugo.