Javier Martínez (22/02/2008)
Primero dieron el golpe de su vida al sustraer 127.000 euros, sin apenas riesgo ni esfuerzo, en la casa de una anciana en el centro de Valencia. Luego cometieron un error de principiantes al repartirse el botín en plena calle, motivo por el cual fueron descubiertos y detenidos. Y pocas horas después de quedar en libertad provisional, los dos ladrones polacos volvieron a demostrar su torpeza al perpetrar presuntamente otro robo en la misma vivienda y ser arrestados por la policía.
Andrzej K., de 44 años de edad, y Jaw M. B., de 32 años, fueron apresados otra vez con joyas y documentos pertenecientes a una vecina de la calle Bretón de los Herreros. Se trata de la misma anciana a la que ya sustrajeron en la madrugada del pasado domingo unos 21 millones de las antiguas pesetas, según las investigaciones policiales.
El segundo robo que les imputa la policía fue perpetrado en la madrugada del martes. El reloj marcaba las 3.30 horas cuando una patrulla de la Policía Nacional detectó a los sospechosos en la calle Bretón de los Herreros.
Los individuos salieron corriendo al advertir la presencia policial, por lo que los agentes contactaron con la sala del 091 para solicitar la colaboración de los coches patrullas que se encontraban en la zona.
Minutos después, los fugitivos fueron localizados en la plaza Porta del Mar. Los dos hombres continuaron la huida a pie en diferentes direcciones, pero fueron apresados tras sendas persecuciones en la calle Colón y la plaza América.
La Policía Nacional intervino a Jaw M. B. cuatro cartuchos de nueve milímetros y del calibre 22, diez relojes, 13 pulseras, 29 anillos, ocho collares, 19 colgantes, nueve broches, 34 juegos de pendientes, dos grapadoras, un cartón de tabaco y diversas piezas de cubertería. Durante el cacheo del otro detenido, Andrzej K., los agentes encontraron también documentación de la anciana.
Según las investigaciones policiales, los dos individuos entraron a robar en la casa de la anciana y encontraron por casualidad los 127.000 euros cuando rebuscaban entre los trastos viejos. La propietaria del dinero, que padece el síndrome de Diógenes, amasó una gran fortuna tras una juventud llena de penurias y varios trabajos arduos.
La anciana se encuentra ingresada en una residencia, por lo que la vivienda está deshabitada. Al parecer, antes de abandonar la casa, la mujer escondió el dinero en un lugar que sólo sabía ella. Sin embargo, el azar hizo que su fortuna cayera en manos de unos torpes ladrones.
Tras ser sorprendidos en la madrugada del domingo cuando se repartían el dinero en el Paseo de la Alameda, los presuntos delincuentes polacos fueron detenidos y puestos a disposición judicial. Al día siguiente quedaron en libertad provisional, y horas después regresaron a la casa de la calle Bretón de los Herreros y robaron las joyas de la anciana.
Pero fueron arrestados otra vez por la policía, la segunda vez en tres días, y pasaron nuevamente a disposición judicial. Con las nuevas pruebas obtenidas por la Policía Nacional, el juez de guardia ordenó el ingreso en prisión de ambas personas.