La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a siete años de prisión al autor de una de las violaciones más brutales que se recuerdan en la Comunitat Valenciana. Vasile T., de nacionalidad rumana, no sólo agredió sexualmente en tres ocasiones a la víctima, sino que intentó forzarla para que también mantuviera relaciones con un perro.
Los hechos sucedieron la madrugada del 22 de octubre de 2009, cuando la chica, una turista británica que pasaba unos días de vacaciones en Benidorm, conoció al acusado y se marchó con él a su casa.
Según el tribunal, Vasile se aprovechó del estado de embriaguez de la chica, que opuso resistencia, para violarla repetidamente. No contento con ello, dejó entrar a un perro que estaba en el exterior de la vivienda, lo subió a la cama donde yacía la mujer y le manipuló los genitales para que la penetrase.
No lo logró su execrable propósito porque la turista comenzó a propinar patadas tanto al animal como a su dueño y consiguió huir a la carrera hasta una estación cercana, donde tomó un tren de regreso a Benidorm.
El agresor fue arrestado al día siguiente y se encuentra desde entonces en prisión preventiva. Ahora, además de la pena de cárcel, la Audiencia le ha condenado a pagar una indemnización de 10.000 euros a la perjudicada.
La sentencia incluye un voto particular del presidente del tribunal, José Daniel Mira-Perceval, quien discrepa de sus compañeras y no otorga credibilidad al relato de la víctima.
Las otras dos magistradas entienden que la chica dijo la verdad. Ésta declaró en su día en una prueba anticipada porque tenía que volver al Reino Unido. Pero siempre ha mantenido la misma versión, «sin ambigüedades ni contradicciones», y no albergaba «especial animadversión» hacia al procesado, a quien conoció la misma noche de la violación.
Las jueces, además, consideran que la actitud de Vasile merece una «especial repulsa» por haber intentado valerse incluso de un perro para denigrar aún más a la víctima