Hay algunos consejos para aumentar las posibilidades de sobrevivir a un accidente aéreo, como mantener el cinturón de seguridad abrochado durante todo el vuelo, sentarse cerca de la salida de emergencia o leer con interés las instrucciones de seguridad, pero no hay nada mejor como la edad y la estatura para eludir la tragedia y agarrarse a la vida.
Algunos hechos o fenómenos que parecen inexplicables tienen su interpretación lógica para la ciencia y la estadística. Dicen que cada niño tiene un ángel de la guarda. La masa corporal es menor y resisten caídas que para los adultos son mortales. Por ello, los supervivientes en un desastre aéreo suelen ser niños o personas de estatura baja.
El niño holandés Ruben van Assouw, de nueve años, fue el único sobreviviente del accidente de avión ocurrido el 12 de mayo de 2010 en Libia. El Airbus A330 de la aerolínea Afriqiyah Airways se estrelló cerca del aeropuerto de Trípoli y murieron 102 personas. Los equipos de rescate encontraron al niño entre los restos de la aeronave. El pequeño estaba desnudo y fue trasladado de inmediato a un hospital, donde se recuperó de las heridas.
El 30 de junio de 2009, un Airbus A310 de la aerolínea Yemenia cayó al océano Índico con 153 personas a bordo poco antes de que el piloto realizara la maniobra de aterrizaje en las islas Comores. Sólo una muchacha de 14 años sobrevivió tras sujetarse durante horas a un resto del fuselaje en el mar.
Un Boeing 737 de Sudan Airways con 117 pasajeros se estrelló en la localidad de Port Sudan poco después de despegar debido a problemas con los motores. Sucedió el 8 de julio de 2003. Sólo un niño de dos años sobrevivió, aunque resultó herido de gravedad.
En 1997 tuvo lugar otro accidente similar en Vietnam. Perdieron la vida 59 personas y sólo se salvó un bebé de 12 meses. El avión se estrelló cuando iba a aterrizar.
En otra tragedia aérea registrada en Colombia en 1995, de los 50 pasajeros que iban a bordo del avión salvó la vida otro niño de nueve años. Sólo sufrió una fractura en un brazo y algunas contusiones leves.
El 16 de agosto de 1987, un avión del tipo MD-80 de Northwest Airlines se estrelló en una carretera de Detroit, en Estados Unidos, poco después de despegar. Sólo un niña de cuatro años sobrevivió, mientras que 157 personas fallecieron.
Otro avión con 92 personas a bordo cayó en la selva amazónica peruana el 24 de diciembre de 1971. Las fuerzas de rescate sólo hallaron cadáveres en el lugar de la tragedia. Varias semanas después apareció viva en una comunidad cercana una pasajera de 17 años de edad. La joven alemana, que caminó a través de la jungla como pudo pese a sus heridas, logró sobrevivir gracias a que tenía el cinturón de seguridad abrochado. Ni su madre ni el resto de los ocupantes pudieron contarlo.
Y por último, una avioneta se estrelló en 1939 en medio de la jungla con un pequeño niño como único superviviente. Tarzán y Jane encuentran a la criatura y la acogen como si fuera su hijo. Es el argumento de la película que dirigió Richard Thorpe, pero bien podría ser una historia real.