Un hombre de 63 años murió tras ser atacado por un enjambre de abejas durante un funeral en un cementerio de un pueblo de la provincia de Santiago del Estero, al norte de Argentina, según informó la agencia Efe el 27 de octubre de 2011. Las abejas también hirieron gravemente a otro hombre, hijo de una mujer de 84 años fallecida en la ciudad de Rosario y cuyos restos eran despedidos al momento del ataque.
El episodio se desató cuando algunos presentes abrieron un nicho del cementerio del pueblo Mistol Pozo para colocar el ataúd y de allí salieron numerosas abejas que atacaron a los presentes. Al cementerio acudieron unos 25 familiares, entre ellos hermanos, hijos y sobrinos de la fallecida Estela de Olivera que acompañaron el féretro.
“Todos salieron corriendo y el cajón de la mujer quedó en el lugar”, afuera del nicho, relató el policía Hugo Palavecino, sobrino de la mujer fallecida. Una jueza intervino en el suceso y ordenó la actuación de bomberos voluntarios, quien lograron dispersar a las abejas , lo que permitió que el féretro pudiera ser sepultado en el nicho.