Que en Estados Unidos sean capaces de resucitar un perro es algo que ya no sorprende a nadie, pero el experimento realizado por los científicos de la Universidad de Pittsburgh parece increíble. Sólo el titular invita a leer la noticia. Lo que no saben los científicos norteamericanos es que ya resucitó un perro hace años en el pueblo albaceteño de La Roda. Pero aquí no realizaron ningún experimento, sino que utilizaron la fuerza bruta. El pobre can sufrió lo indecible. El suceso fue noticia en 1997. La historia conmueve a los amantes de los animales y a cualquier persona que tenga un poco de sensibilidad. Después de ser atropellado por un coche, apedreado y enterrado, el perro logró regresar a casa de sus dueños. En este mismo blog recordamos la noticia en la categoría de ‘Heroes caninos’.
Resucitan perros en Estados Unidos
INFOBAE (10-02-10 )
La técnica podría ser útil para curar a soldados o víctimas de incidentes. Pero ya hay polémica por sus implicancias éticas y morales. Se induce la muerte clínica en los seres vivientes para ver si es posible devolverlos a la vida, transformando el sueño eterno en un viaje con retorno.
El increíble experimento es conducido por algunos científicos de la Universidad de Pittsburgh, que resucitaron un grupo de perros, luego de haber verificado por tres horas la desaparición de señales vitales en su cuerpo.
Parece un escenario inverosímil, digno del filme “Línea Mortal”, con Kiefer Sutherland y Julia Roberts, esos góticos estudiantes de Medicina que se inducían a experimentar la propia muerte.
Sin embargo, los investigadores siguen estudiando los límites del experimento en el Safar Center for Resuscitation Research, fundado por Peter J. Safar, universalmente reconocido como el inventor de la respiración boca a boca y de la reanimación cardiopulmonar, un hombre que ha contribuido ciertamente a reportar la vida a personas que inexorablemente estaban a punto de ir al más allá. Pero la empresa de los secuaces de Safar parece ahora más extrema.
Los científicos de Pittsburgh tomaron un grupo de perros y sostienen que han sustituido la sangre con solución salina a 7°C. De este modo, inducen en los animales un estado de muerte aparente: no respiran, no tienen actividad cardíaca, ni tienen señales cerebrales.
Después de tres horas en estas condiciones, reponen la sangre en el cuerpo de los perros, estimulados con electroshock y oxígeno, para resucitar el corazón y los pulmones. Así, comienzan a vivir de nuevo, aparentemente sin ningún daño a los órganos vitales.