Las nueve mejores películas de abdicaciones
“Nunca te pongas del lado de nadie que vaya contra la familia” (El Padrino)
La reina Cristina de Suecia (1933). La cinta se centra la abdicación de la reina por amor al embajador español. Al final Cristina tendrá que elegir entre su amor y los deberes de estado, ya que era impensable que una reina de la Suecia protestante se casara con un católico. El travelling lento final muestra a Greta Garbo en todo su esplendor y es una de las más míticas escenas de la historia del cine. De hecho, los primeros planos de Garbo en esta película son considerados como algunos de los más bellos jamás filmados. El director Rouben Mamoulian consiguió con esta cinta una de sus mejores obras.
Un rey en Nueva York (1957). Charles Chaplin plasma en esta cinta su más ácido y sarcástico sentido del humor contra el macarthismo. Poco tiempo antes de la filmación había trasladado su residencia a Suiza precisamente por la caza de brujas. Fue tal el impacto de la cinta que en EE UU no fue estrenada hasta la década de los setenta. La historia es ya de por sí esperpéntica: El rey de Estonia huye a EE UU al estallar la revolución comunista y allí es tomado por uno de sus simpatizantes. Como consecuencia, tiene que asistir a una de las sesiones del comité anticomunista. El éxito comercial fue escaso, pero con el tiempo se ha revalorizado.
La locura del rey Jorge (1994). Espléndida película protagonizada por Helen Mirren y Nigel Hathworne, que fue nominado al Oscar. Es la historia de Jorge III que sufre inesperadamente una fuerte depresión que degenera en una especie de locura que lo aparta de la Corte. Mientras tanto, el Príncipe de Gales (el futuro Jorge IV) y algunos sectores de la clase política planean diversas acciones para incapacitarlo y arrebatarle el trono. Fantásticos los actores y la ambientación.
Escena de 'Ludwig'
Ludwig II (1972). El film de Luchino Visconti narra la tragedia del último rey de una Baviera independiente que en 1886 fue declarado incapaz para reinar y separado del trono. Visconti consigue una obra maestra y Helmut Berger la interpretación de su vida. Como en todas las películas de Visconti, la ambientación es incomparable.
Nicolas y Alejandra (1971). La película reconstruye la vida de Nicolás II (1868-1917), el último zar de Rusia, y de su esposa Alejandra, durante los años de corrupción, opresión y miseria que desembocaron en la Revolución bolchevique de octubre de 1917. Una revuelta que le obligó a abdicar y acabó con la aniquilación de toda la familia real un año más tarde. Franklin J. Schaffner, que el año antes había ganado Oscar por ‘Patton‘, consigue una ambientación perfecta en la escena de la ejecución de la familia real.
El discurso del Rey (2010). Oscarizada película, entre ellos los de mejor film, director y guión, que se basa en los intentos de superación de las dificultades de Jorge VI para hablar en público. Un reto que tiene que afrontar al suceder a su hermano Eduardo VIII tras su abdicación para casarse con una divorciada. Destacan las interpretaciones de Colin Firth y Geoffrey Rush y la escena del discurso en la que el rey logra superar su tartamudeo.
Elizabeth (1998). Espléndida reconstrucción del acceso de Isabel I al trono de Inglaterra. Más que a una abdicación, la protestante Isabel se enfrenta a las incertidumbres creadas tras la muerte de su hermana María, católica. Se trata de una película que recoge con bastante fidelidad los hechos esenciales del periodo aunque con varias licencias. Cate Blanchett fue nominada al Oscar por su trabajo y el resto del reparto se mantiene a un alto nivel. Diez años después se rodó la segunda parte.
Cartel de Juana la Loca.
Juana la Loca (2001). La película se centra en la vida de Juana I, hija de los Reyes Católicos, que en teoría fue soberana de Castilla hasta 1555, año de su muerte. Dirigida por Vicente Aranda y con una gran interpretación de Pilar López de Ayala, la cinta se centra en el matrimonio entre Felipe el Hermoso y Juana. Un enlace político que termina en una historia de amor desgarradora. Tras la muerte de su esposo al poco de coronarse rey de Castilla, Juana pierde el juicio y es encerrada por su hijo Carlos I en un castillo. Hasta el fallecimiento de su madre, que no podía abdicar por su estado mental, Carlos I tan sólo fue regente. Tuvo un gran éxito y fue elegida para representar a España en los Oscar.