A Noe le quedan muy poquitos días para dar a luz. Está, como estamos todas en las últimas semanas, que no se aguanta ni ella. No poder dormir, los altibajos en la tensión o perder los tobillos y tener los pies de Shrek, entre otras cosas, tampoco ayuda mucho a que lleve la recta final con buen humor. Para colmo, sus amigas, las que nos ocupamos de hacerle “coaching” todos los días para, se supone ayudarle a llevarlo mejor, aprovechamos cada comentario para contarle (de nuevo) cómo fueron nuestros últimos días con bombo y al final nos ponemos a hablar de nuestros partos y Noe acaba recibiendo el típico “No te agobies, que es normal”.
Y es que esto me hace ver que a todas nos encanta revivir nuestro “minuto de gloria” en la vida, que en mi opinión, indiscutiblemente, es ese: el primer minuto de nuestra maternidad.
Si todo va bien en el parto y no ocurre nada que lo empañe (incluso me atrevería a decir que aún así), ese minuto, en el que le ves la carita y lo coges por primera vez, no puede compararse a nada más en la vida. Da igual que pase un año o 40, cuando evoques ese recuerdo, ese primer minuto vendrá a tu mente con claridad y podrás revivir ese sentimiento como si lo estuvieras viviendo de nuevo. Ese minuto es mágico e insuperable y aunque después de ese vendrán muchos más, mejores y peores, ninguno superará nunca ese minuto de plenitud máxima. Yo, desde ese día, cuando tengo que pasar algún trago difícil y he de recurrir a un pensamiento feliz, siempre rescato ese recuerdo que me hace capaz de evadirme y transportarme de nuevo a mi “minuto de gloria”.
Si estás a punto de vivir ese momento, disponte para disfrutarlo al máximo (sí, he dicho disfrutarlo 😉 ), para vivirlo en plenitud. Aparta tus miedos (dar a luz es algo tan normal que hasta los animales lo hacen en soledad), ponte en buenas manos, confía en el/ella y prepárate para vivir el momento de tu vida. Vas a conocer el verdadero amor, así que disfruta tu “minuto de gloria”.
¡Ánimo Noe! Todos estamos deseando conocer a Vera y en nada estamos de nuevo todas en la Alameda, de picoteo, con los carritos tomando el sol.
Os dejo una foto de mi “Minuto de gloria”, que pese a acabar en cesárea, gracias a Antón, a Carmen y a su equipo, fue el minuto más maravilloso de mi vida.
Para todas las mamis que estáis en vuestra recta final y para mi amiga MJ, que está deseando repetir y sé que lo va a conseguir muy pronto, os regalo esta canción que a mi me compartieron en mis últimos días de bombo y que me hizo tan feliz: