La tele repite imágenes. A veces, por necesidad informativa y otras, por puro espectáculo. De éstas, cada vez hay más. En las últimas 24 horas he visto dos ejemplos. El primero, hoy, con la salida del hospital de Julio Aparicio después de la grave cornada que sufrió. Para decirlo, la televisión ha vuelto a pasar el horrible vídeo de un cuerno por la boca a la hora de comer. A Dios gracias me ha dado tiempo a empuñar el mando y evitarlo. De lo contrario, mi dieta hoy hubiera sido de 0 calorías. Y de nuevo la pregunta ¿era necesario?
El segundo vídeo, en cambio, tiene otro cariz. Lo pasaron ayer y recogía imágenes del interior el Palacio presidencial de Haití durante el terremoto. Pero sobre todo se veía cómo algún guarda de seguridad intentaba huir y no podía. El periodista terminaba la narración diciendo que no sobreviveron. Y mi pregunta es: ¿tenía interés informativo o era puro morbo? Yo me inclino por lo segundo. Y prueba de ello es que nadie aprovechó el tirón del vídeo para decir una sola palabra acerca de la situación en Haití. Eso sí hubiera tenido interés informativo.