Hace unos años, cuando Paris Hilton fue detenida, hubo quien llegó a defender que pasar por la comisaría se había convertido en tendencia entre las famosas. Se escudaba en los casos de Lindsay Lohan, Gloria Trevi o Winona Ryder y pretendió hacernos creer que resultaba fashion tener antecedentes penales.

Recuerdo aquello porque en la política valenciana ya no sé si es ‘in’, ‘out’ o simplemente normal estar imputado en un caso judicial. Lo único que tengo claro es que ‘imputado’ es el adjetivo de moda en los últimos meses. O tienes una imputación o no pareces ser nadie. Hasta abogados de gran alcurnia mediática se están viendo implicados en esa dinámica nada alentadora.

La última ha sido la del ‘libre de pecado’ Ángel Luna. Y no va con retintín. Luna es inocente mientras no se demuestre lo contrario. Como Fabra, como Camps y como tantos otros que han sido presentados como culpables, dando por hecho que una imputación es una señal inequívoca de indecencia.

El caso de Luna no va a ser distinto. Feo pero no definitivo. Sobre todo porque la vida puede demostrarnos, de aquí a un tiempo, lo injusto que puede haber sido masacrar a un personaje por el hecho de ser investigado por la Justicia.

Es cierto que no da buena impresión que un servidor público se halle inmerso en un proceso judicial por un uso indebido de su cargo pero estamos viendo tantas cosas en la política valenciana que ya una no sabe si alegrarse por ver actuar a los tribunales o sospechar que todo es una gran maniobra de lucha política en la que cualquier táctica está permitida. También, la de desacreditar que algo queda, denunciar que algo saldrá o insinuar que algo de verdad habrá.

Tampoco me gusta la idea de buscar la ‘justicia poética’ en esta historia u otras. Si algo de cierto hay en las denuncias sobre tramas corruptas, habrá que agradecerlo a quien lo destapó aunque sus objetivos hayan sido perversos. Eso no le salva de la crítica a su comportamiento pero tampoco justifica una vendetta en forma de denuncia-tinta de calamar, esto es, capaz de oscurecerlo todo a su alrededor.