>

Blogs

María José Pou

iPou 3.0

Las sillas de Sarajevo

¡Estaba tan cerca y parece ya tan lejos! Se cumplen 20 años de la guerra en Bosnia.

Por entonces los países que hoy tanto imponen a Grecia o a Gadafi, fueron incapaces de evitar una vergüenza indigna del siglo de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Siempre universal, pero de aplicación nacional.

Bosnia sonaba lejos pero estaba ahí mismo, en la calle de enfrente, en uno de los barrios de Europa. La misma que se sentía fuerte para impedir nuevos campos de exterminio pero los consentía en territorio yugoslavo: campos, deportaciones masivas y fosas comunes. De todo hubo en la guerra de los Balcanes. Y fue anteayer, aunque ahora nos dé la sensación de que hace mil años. Al parecer, hemos conseguido sobreponernos a ese recuerdo sin apenas recordarlo.

Por eso se necesitan las sillas rojas que ayer poblaban Sarajevo, para evocar los días de explosiones en los mercados, de francotiradores en las grandes avenidas y de niños que juegan con bombas entre las ruinas de una casa vecina. Hasta que explotan. Hasta que matan o dejan cojos y mancos.

Las más de 11.000 sillas vacías me impresionaron. No por el gesto ni por el recuerdo de una guerra tan inútil como todas. Fue por la ausencia. Por las vidas no vividas. Una vida no vivida es siempre un hueco. Por eso la sociedad global es un enorme queso Gruyère. Lleno de agujeros por tantos miles que cada año son arrancados de su lugar.

Quienes se nos van después de una larga vida dejan también un hueco pero no está vacío. En sus sillas quedan los libros de la vida. En cambio en las sillas de Sarajevo estaban las carreras no terminadas; las familias no formadas; los amores no vividos y las vejeces no alcanzadas. Por culpa de la ambición, el poder o un bastardo sentido de la patria.

En todos los países que se han desangrado en una guerra civil debería haber un monumento con silla vacía. El recuerdo de quien pierde el futuro por nada.

Socarronería valenciana de última generación

Sobre el autor

Divide su tiempo entre las columnas para el periódico, las clases y la investigación en la universidad y el estudio de cualquier cosa poco útil pero apasionante. El resto del tiempo lo dedica a la cocina y al voluntariado con protectoras de animales.


abril 2012
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30