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María José Pou

iPou 3.0

Siempre en protesta

No sé qué pensará Catalá de su compañero Buch haciendo ojitos a los huelguistas pero yo también aplaudo, aunque con reservas. Es más, quienes consideramos que la mejor inversión es la educativa, estaríamos siempre en protesta. Digo “en protesta” y no “en huelga” porque la huelga es un recurso último, perjudicial por definición, pero inevitable en ocasiones.

Prefiero, pues, decir que tratándose de la educación, la protesta siempre está justificada. ¿Acaso no podemos exigir siempre mayor presupuesto, mejor proceso formativo en los docentes o más facilidades a las familias? Diría que sí. Y, desde luego, diría que tenemos la obligación de apretar las tuercas a los dirigentes para que la partida destinada a la educación sea progresivamente no solo más elevada sino más eficiente. Ese tándem no debe ser olvidado.

No se trata solo de dedicar cada vez más dinero sino de hacer que cada euro sea más rentable. Hablo de “rentable” en términos profundos, no en mero mercantilismo. Precisamente en este terreno, la rentabilidad no puede ser medida únicamente en razón del número de graduados o reducción del fracaso escolar, en porcentajes.

Tener éxito educando a las personas es mucho más que lograr unos estándares marcados en una tabla. Es, por ejemplo, verles reclamar una educación de calidad con firmeza, que no con violencia. O escucharles hablar de educación de calidad sin una coletilla prejuiciosa de “calidad-pública”. Entiendo lo que significa esa focalización en lo público: que nadie se vea privado de una buena educación por no tener recursos económicos. En efecto. Y yo, como Buch, lo aplaudo y lo subrayo. Pero ese principio no tiene por qué estar reñido con la opción privada. Como exigencia, me parece más plural y abierto pedir “educación de calidad para todos”, sin menospreciar a la privada. ¿Acaso es reprochable una privada con un buen sistema de becas que ponga al alcance de todos lo que, sin ellas, solo sería privilegio de unos pocos? Se me considerará utópica por pedirlo. Posiblemente. Por eso siempre sigo “en protesta”. Porque quiero más. Lo mejor. Para todos.

Socarronería valenciana de última generación

Sobre el autor

Divide su tiempo entre las columnas para el periódico, las clases y la investigación en la universidad y el estudio de cualquier cosa poco útil pero apasionante. El resto del tiempo lo dedica a la cocina y al voluntariado con protectoras de animales.