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María José Pou

iPou 3.0

Let’s bunga bunga

Elvis hizo bailar a los presos con su “let’s rock, everybody, let’s rock” en el “Rock de la cárcel”. Ahora, queda por ver si Berlusconi conseguirá lo mismo con su bunga-bunga.

Se hace difícil pensar en un personaje como él convertido en un reo y apartado de los cargos públicos de por vida. Una lo imagina, más bien, como Bettino Craxi, huido a cualquier paraíso fiscal -y de lo otro- en el que tenga residencia il Cavaliere.

Lo triste del sistema es que, al final, hayan tenido que condenarle por un asunto de sexo con menores como si eso fuera indiscutible y sin embargo la corrupción y el abuso de poder para legislar a su conveniencia no fueran suficientes.

La paradoja se incrementa cuando se ven los datos electorales y se comprueba que ese tema, el que ahora le lleva a la cárcel, no le hace mella en los apoyos como ha ocurrido siempre con el bunga-bunga, motivo de secreta envidia por parte de algunos italianos.

Prueba de ello eran los grupos de apoyo que ayer se reunieron a las puertas de los tribunales de Milán. Acusaban a la Justicia de haber celebrado un juicio político y de haber emitido una sentencia política.

Es lo que sucede con los mandatarios implicados en asuntos turbios. Resulta difícil señalar el límite entre la exigencia de justicia y el aprovechamiento de la oposición en la guerra política contra el adversario. Casos los hemos visto por aquí y los seguimos teniendo presentes.

En Italia, los partidarios de Berlusconi denuncian que se le ha querido apartar de la vida política. Seguramente habrá quien lo haya celebrado así pero no podrá decirse que la mera sospecha le haya perjudicado. En su caso ha seguido en activo hasta hoy y los italianos le han votado en pleno proceso judicial. Por mucho menos aquí desterramos a un líder que llenaba urnas. Pero en nuestros otros países vecinos, un dato que apunte a un posible comportamiento inmoral –no solo ilegal- es suficiente para provocar la dimisión. Son grados distintos que deberían llevarnos a la reflexión. ¿Dimisión inmediata contra las urnas o voluntad popular a pesar de las sospechas?

Socarronería valenciana de última generación

Sobre el autor

Divide su tiempo entre las columnas para el periódico, las clases y la investigación en la universidad y el estudio de cualquier cosa poco útil pero apasionante. El resto del tiempo lo dedica a la cocina y al voluntariado con protectoras de animales.