No creo que el presidente de la patronal valenciana se haya sentido nunca tan mujer como confesó haberse sentido ayer. Él no habló de eso. Él solo dijo que cuando compite con los alemanes tiene que demostrar tres veces más la veracidad de lo que dice que ellos. Eso es ser mujer en el ámbito profesional donde en la mayoría de ocasiones debemos esforzarnos más que ellos.

Ya sé que suena al victimismo habitual pero es habitual no por el empeño en quejarnos sino porque aún hay mucho machismo. Miren, si no, cuántas mujeres había entre los ministros que vinieron, entre los consellers y, sobre todo entre los representantes del empresariado valenciano. Afortunadamente la anfitriona rompía la tónica.

La cuestión no es la mera queja que no lleva a nada sino el analizar por qué sucede esto. Ayer lo describían quienes intervinieron para defender la Marca España. El mismo acto nos da una pista: es la marca lo que da confianza. Es lo que conocemos de una marca, lo que nos dicen aquellos de quienes nos fiamos y lo que asociamos a los productos o servicios relacionados con ellos. Si “El Corte Inglés”, por ejemplo, es sinónimo de seguridad en la compra, de abanico de opciones o de buena atención, cuando busquemos todo eso nos iremos a la empresa de Isidoro Álvarez. De ahí que sea tan peligroso que, con los despidos y las condiciones laborales actuales, el cliente se encuentre con que esos valores se están diluyendo en el gigante español. Es cuestión de confianza. Si ésta se pierde, ya no se recupera. Por eso es importante que España recupere la reputación perdida o mermada. Y, con ella, Valencia.

No deja de resultarme curioso que quienes han colaborado tanto en echar a perder la Marca Valencia ahora impulsen a los empresarios a levantarla de nuevo. No han sido éstos quienes han debilitado la confianza en España y en Valencia, sino sus políticos corruptos y los chorizos que se han enriquecido alrededor. Si quieren hacer un favor a España y a Valencia, que dejen el futuro a la iniciativa empresarial y ciudadana. Mejor nos irá entonces.