Siempre he pensado que en España éramos muchos los sensibilizados contra el maltrato animal, desde artistas a escritores, intelectuales o periodistas. Todos los colectivos influyentes excepto uno: los políticos.
Es difícil ver a uno de ellos comprometido. Los animales no votan, deben de pensar. O, al menos, eso creía yo hasta que me enteré de que hoy se celebraba en el Congreso de los Diputados una sesión muy especial, la “sesión parlamentaria de protección animal”.
En ella se va a tratar la situación a la que se ha llegado en nuestro país al ostentar la mayor tasa de abandono de animales de la UE. No es una jornada más organizada por los animalistas que protestan/mos contra la falta de políticas efectivas contra todo tipo de maltrato, desde dejar a una mascota en una perrera por ser vieja hasta las fiestas que dañan a los animales gratuitamente como els bous al carrer o el bou embolat. Es una iniciativa de la “Asociación Parlamentaria en Defensa de los Animales”, es decir, de una entidad formada por diputados y senadores en activo o exparlamentarios que se preocupan por ésos a los que no tienen que arrancar el voto.
En ella, para vergüenza de estas tierras, solo hay dos valencianos, a pesar del impulso de las protectoras en la Comunitat. Se ve que la sensibilidad que existe entre los ciudadanos no cala en sus representantes políticos. Por eso, hoy quiero aplaudir desde esta columna a los dos valencianos miembros de la Asociación: Juan Oliver, exdiputado por Unión Valenciana en la IV Legislatura, y Marta Torrado, única parlamentaria valenciana en activo con suficiente interés por la suerte de tantos y tantos animales que sufren en nuestro país.
Entiendo que hay muchas otras prioridades en la vida española pero los parlamentarios no pueden vivir alejados de una sociedad que avanza en su sensibilidad más rápidamente que sus leyes. Si en otros temas era urgente adecuar éstas al cambio social, también en la protección animal ha de hacerse. O los partidos y políticos corren el riesgo de que los sintamos aún más alejados si cabe.