Criticar la propuesta de una lotería propia en Cataluña como forma de desautorizar el soberanismo me parece del género tonto. Ya sé que puede parecer poca cosa y que el deseo independentista no puede resumirse en una “Grossa nostra” pero es de esas cosas que caerán por su propio peso si es que tiene que hacerlo.
Personalmente no soy muy aficionada a las loterías, de hecho soy de las que compra en Navidad porque es tradición, porque muchos me ofrecen participaciones para distintas causas y porque parece que es una ilusión que bien vale la pena compartir con amigos o familiares. El resto del año ni me acuerdo de los décimos. Por eso desconfío del atractivo que puede tener una lotería autóctona.
No niego que pueda tener un sabor especial para los propios; que será narrado por la prensa local con el mismo entusiasmo con que la que se retransmite la del Salón de Loterías cada 22 de diciembre y que los premiados, aunque sea con un pellizco menor, se sentirán igual que los de la Lotería de Navidad. Quizás incluso se sientan especialmente agraciados por ser los ganadores de la “grossa nostra” y su corazoncito nacionalista se exalte más que el de quien solo gana dinero. Ganar patria no tiene precio. Para todo lo demás, ya se sabe.
El factor patriótico acentúa, multiplica y nos hace ver las cosas de manera distinta. Tal vez un premio de 100.000 euros nos parecería una afrenta si fuera el de la Lotería de Navidad y, en cambio, les parezca irrelevante a quienes participen en la “Grossa de Cap d’Any”. Lo que parece inútil es censurarlo por ese mismo factor. ¿Compraré lotería de esa? Seguramente, no, pero no por razones ideológicas sino porque no tengo costumbre y puestos a tirar el dinero o regalárselo a Hacienda, prefiero aspirar a un premio mayor. Cuando se trata del bolsillo, la ideología tiene un papel muy incierto. Habrá quien esté dispuesto a perder, por defender su causa y quien se trague todo el orgullo y siga aspirando a ganar la Lotería Nacional, con perdón. Es decir, la de España. Aunque se arriesgue a salir en TVE con el champán y no en TV3 con el cava.
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