Es el momento. Sabía que antes o después llegaría mi oportunidad de conocer a George. El del café, para el siglo. Intuía que entre tantas novias, amigas y parejas, algún día la vida nos cruzaría en el camino del otro por siempre jamás. O por media hora, de acuerdo, pero que nos acercaría. Lo que nunca pensé es que lo haría en mi tierra, en Valencia, aquí al lado. En ese contexto tan cómodo como para sugerirle “¿nos tomamos la última en mi casa?” y que no sea metáfora.
Además, no puede haber mejor ocasión, ahora que ha roto con Stacy Keibler y que, según las malas lenguas, ha sido porque ella quería casarse. Como todas las demás, al parecer. No será mi caso. ¿Casarme con un seductor coleccionista de exnovias? ¡Seamos serios! Yo solo lo quiero para que me haga café.
De hecho, escribo esto mientras me preparo un Nesspreso. What else? “He”, debería contestar porque ya el destino ha querido que tenga sentido la traición a mi adorada “moka” Bialetti, comprada en el House & Kitchen que hay junto a Piazza Venezia de Roma. Todo eran señales de los lares para que mi vida se condujera hacia la suya. Es evidente. Que nadie intente quitarme la ilusión de que la compañía Disney es la que ha elegido Valencia para rodar en la Ciudad de las Artes y las Ciencias con Clooney y Hugh Laurie (Dr. House). Ha sido Cupido para emparejarnos y nadie más. Estoy segura.
Tan segura como que Whisky querrá acercarse al rodaje en uno de sus paseos por el conjunto de Calatrava. Él, que es curioso y territorial, es capaz de montarles un escándalo por invadir su casa y Clooney, que es tan sensible hacia los animales que cuidó de un cerdo vietnamita hasta que terminaron sus días, seguro que queda encantado con mi alegre chucho color Cutty Sark.
Algunos ya están calculando el beneficio económico que supondrá la promoción de Valencia en una película de Clooney pero olvidan que la mitad de espectadoras y espectadores no se fijan en los paisajes cuando sale él a escena. En cualquier caso, tener a George por la ciudad sí puede ser un “gran evento”. Pero de los de verdad.