Desde que empezó la crisis ya hemos asistimos al cierre de varios hoteles de gama alta en Valencia. Hoteles que no llevaban apenas tiempo de servicio. Junto a eso, nos encontramos con precios bajos y grandes ofertas, e incluso voces que hablan de un exceso de oferta en las plazas hoteleras, multiplicadas pensando en los grandes eventos y desinfladas después.
Será que no conozco la realidad turística de mi ciudad o que una ya está chamuscada con estas magnas operaciones, pero la posibilidad de construir hasta cuatro hoteles en la Marina del puerto me parece pan para hoy y hambre para mañana. No niego que el valor arquitectónico de un edificio interesante y novedoso pueda resultar atractivo. Supongo que es la vocación del Port Olímpic de Barcelona a la que no creo que debamos acercarnos. Sobre todo porque tenemos una arquitectura propia en el entorno que debemos cuidar y que atraería mucho más turismo. Una imitación de Barcelona, teniéndola tan cerca, no puede competir con la original.
Pero, además, si la justificación es responder a una demanda nueva o incrementada como es la de los viajeros de cruceros u ofrecer una imagen potente como destino turístico para quien llega por mar, miedo me da que sea un bluf y no llegue a responder a ello. Lo que atrae al turista es su oferta cultural, medioambiental, artística, gastronómica o de ocio. Si eso está asegurado y es suficientemente fuerte, lo otro llegará por añadidura.
Si, en cambio, empezamos la casa por el tejado y ofrecemos hoteles donde dormir pero la visita a Valencia no requiere hacer noche, mal enfoque estamos dando al tema. De hecho, eso es lo que sucede con buena parte del turismo llegado de Madrid. Con el AVE y con una Valencia de museos cerrados o carencia de rutas que enlacen la capital con lugares preciosos de alrededor, ¿quién va a pernoctar? Se toma el tren a primera hora, se visita la ciudad y se vuelve a dormir a Madrid. Ya son muchos los que optan por esa fórmula que les evita trastornos y cambios de ubicación. O hacemos que merezca la pena quedarse o mal negocio estamos potenciando.