He de admitir que no me ha sorprendido la polémica sobre las dos azafatas ceñiditas que acompañaban la presencia de Gandía en Fitur. Desde la emisión de Gandía Shore, estoy curada de espanto. Tampoco es de extrañar la reacción del presidente Fabra que enseguida ha salido al paso de la responsabilidad que se le asigna a las autoridades cuando, al parecer, se trata de la iniciativa de una discoteca.
Lo que sí me ha llamado la atención es la expresión que usa Fabra para referirse a las protagonistas, “unas preciosas chicas”. Acepto “pulpo” como “animal de compañía” y “preciosa” como sinónimo de “buenorra”, y desde luego prefiero que nuestros dirigentes sean delicados al tratar a la mujer e incluso la piropeen cuando lo merece pero me pregunto si era necesario el adjetivo. Ya sé que es un tema menor pero no pude evitar sobresaltarme al leer el calificativo.
De cualquier forma, lo preocupante es que las autoridades no coordinen los elementos que van a representar a la Comunidad Valenciana, aunque sea por parte de una empresa privada. No hablo de unificar pero sí de saber. No basta con integrar las iniciativas públicas bajo el paraguas de “Valencia, tierra y mar” o “Vacacionismo” sino de conocer con qué se va relacionar a Valencia en el imaginario colectivo.
En esa misma línea, la presentación de las “preciosas chicas” supone algo que debería ser motivo de reflexión colectiva. Me refiero a la normalidad con la que se elige el estilo “shore”. No es fruto de la malignidad de los que deciden. Si se escoge esa pauta es porque se da por supuesta la aceptación por parte del receptor. En Fitur se busca vender y al parecer eso vende, aunque nos duela y nos propongamos que a la Comunidad Valenciana se le conozca y reconozca por otra cosa. Las chonis y la carne fresca en la playa son referencias más claras que el Santo Cáliz que quiere ahora potenciar la alcaldesa del Cap i Casal. Esa es la realidad, otra cosa es que nos avergüence. El primer paso para transformar ese triste dato es, como en las adicciones, tomar conciencia y aceptar que tenemos un problema. Solo así estaremos en condiciones de avanzar.