Hasta ahora sabíamos de la existencia de las “serpientes de verano” que no son más que noticias irrelevantes que ganan intensidad por ausencia de otras. Ahora, en cambio, también proliferan las “víboras de verano”, es decir, las polémicas artificiales que alcanzan gran eco en estas fechas porque el silencio de otras es mayor. Una de esas polémicas es la referida a las recomendaciones que da el ministerio del Interior en su página web para evitar las violaciones. No es que sean exhaustivas ni completas pero, como dice el ministerio, están ahí desde hace mucho tiempo sin que nadie airee su contenido con el correspondiente enfado tuitero. Ahora, probablemente, alguien lo ha hecho con motivo de la violación en Málaga por no hablar del intento en Gandía y ha incendiado las redes, de por sí altamente combustibles.
Es cierto que las pautas ofrecidas son escasas y un tanto paternalistas pero hay que reconocer que son advertencias de sentido común. No andar por descampados de noche, no subir con un extraño en el ascensor o no recoger a desconocidos en el coche son cosas que nos dicen en casa desde pequeñitas y que tenemos en cuenta sin que la policía haya de explicárnoslas. El problema es que todas van destinadas a la mujer y da la sensación de que la responsabilidad es suya. Por ejemplo, en las noticias sobre maltrato, se incluye el teléfono 016 para ayudar a quien se ve en esa circunstancia mientras que aquí no aparece ningún número al que acudir. De cualquier forma yo me quedo con las que han escocido más, sobre todo, con la que propone dar conversación al agresor para hacer tiempo. Sería muy efectivo hartar al sujeto hablándole de la vida amorosa de Kiko Rivera o las peleas de los Thyssen hasta la extenuación. Lástima que, en esos momentos, el salvaje no se pare en chácharas.