“Otros vendrán, que bueno te harán”. Nunca pensé que esa frase podría aplicarse a Zapatero pero la realidad se empeña en ser sorprendente y guasona. El nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, parece una versión extrem de ZP, si es que eso es posible. Todo parecía indicar que no, pero lo es. Apenas lleva un rato asomándose a los medios de comunicación para conseguir que se le conozca y ya ha logrado un primer objetivo: situarse en el elenco de bocazas. A él puede que terminemos conociéndolo a base de aparecer en programas de varietés. Lo que será difícil es saber con certeza qué piensa, qué quiere o qué va a hacer si gobierna su partido.
El problema que se le plantea es que tiene unas elecciones a la vuelta la esquina y no debe perderlas. Es cierto que él no se presentará porque son municipales y autonómicas. Las otras vendrán después y todavía está por ver si será candidato. Sea como fuere, está metido en una contrarreloj que no puede obviar porque fracasar en las municipales supondrá su primer batacazo y un mal pronóstico para las generales. Lo que resulta tan inconveniente es que su primer año de mandato se resuma en dos pérdidas electorales. Aparte de eso, aparecer mucho en todas partes, aunque sea guapo y bien plantado, no le garantiza los apoyos, sobre todo, si se empeña en decir en cada foro lo que quiere oír su audiencia. Así, es fácil entrar en un programa de televisión donde el presentador acaba de hacer un alegato contra el maltrato animal, especialmente el festejo del Toro de la Vega, y asegurar: “nunca me verás en una corrida de toros”. Lo malo viene después, cuando acude a un foro lleno de taurinos y termina diciendo “Nosotros no estamos en contra de festejos populares con animales como es el Toro de la Vega, lo que sí estamos es en contra del maltrato animal. La Tauromaquia es cultura a mi juicio y, por tanto, lo dejo aparte”.
Su tendencia a recular no viene solo por su actual onmipresencia. También ha sucedido que alguna de sus afirmaciones no ha pasado los filtros de un asesor detector de frases con coda. La primera fue su propuesta de celebrar funerales de Estado cuando se produzcan muertes por violencia de género. Quería darles peso social como víctimas de un terrorismo doméstico, sin calcular que sus esfuerzos deben centrarse en evitar, no en dar por hecho esa brutalidad. Asimismo contestó en una entrevista que suprimiría el ministerio de Defensa. En ambos casos, tuvo que salir el Partido a matizar las palabras inoportunas del líder. Por eso me preocupa lo que dijo ayer sobre Educación. Prometió derogar la LOMCE, subir los salarios a los profesores, un MIR y un gran pacto nacional. No sé si en las próximas horas tendrá que decir algo Ferraz pero voy a esperar. Lo mejor de un buen traductor no es el texto sino las notas al pie que aclaran el sentido del original.