>

Blogs

María José Pou

iPou 3.0

Buen intento

No sé si preocuparme o no. Me refiero a los cantos de sirena de Alarte hacia quienes un día votaron al PP pero se encuentran desencantados. No digo que no los haya. Seguro que sí. Y motivos tienen. Sin embargo, lo que me inquieta es que una persona coherente y afín al PP pueda votar al PSOE.

Si es cierto eso, o sus programas coinciden, o el PSPV basa su mensaje en «todos contra el PP de Camps» o simplemente el desespero llega hasta tal punto que quieren rascar votos de donde sea.

La primera alternativa no me hace gracia. Que coincidan en los objetivos me parece razonable: todos queremos que haya más trabajo, que mejore la economía, que se cree riqueza y que se reparta mejor.

Sin embargo, lo que varía es el orden que damos a los fines y, sobre todo, los medios que cabe emplear. Así pues, no entiendo que un votante de ‘x’ pueda votar a ‘y’ cuando esos mismos partidos se venden como antítesis del contrario y ponen al otro a ‘caer de un burro’.

Si Alarte considera que su programa puede convencer al simpatizante del PP, o el PSPV está cerca del PP o les está prometiendo acercarse a cambio del voto. Porque, evidentemente, lo de mentir ni lo consideramos.

La segunda alternativa es razonable y, de hecho, así lo apuntaba con muy buen criterio hace unos días Puche en estas mismas páginas. El PSPV no sale del «váyase, señor Camps» en el que se ha instalado. Eso significaría pescar en río revuelto o mejor dicho en río de enfadados.

Sin duda, puede ser numeroso el grupo de populares anti-Camps pero ¿tan enfadados como para votar a Alarte? Me cuesta creerlo. Creo que una servidora, de encontrarse en ese grupo, optaría por votar colorista, es decir, ni rojo ni azul sino todo lo contrario.

Por último, la posibilidad de que el PSPV ande a lo loco tirándose en brazos del PP light no me parece mal. Suicida pero inteligente, valga la paradoja. No ganará, pero hay que reconocer que es un buen intento.

Socarronería valenciana de última generación

Sobre el autor

Divide su tiempo entre las columnas para el periódico, las clases y la investigación en la universidad y el estudio de cualquier cosa poco útil pero apasionante. El resto del tiempo lo dedica a la cocina y al voluntariado con protectoras de animales.