Como se enteren los atrincherados en el centro de Bangkok, le levantan una estatua del tamaño de las que en China hacían a Mao o en la URSS a Lenin. Tamaño XXXL. Ya lo estoy viendo, Rita a lo Buda feliz con las dimensiones de los que reventaron en las montañas de Afganistán. Con la misma cara de placidez, en su Nirvana municipal, ya sea en posición orante, sedente o durmiente.
Los camisas rojas no saben que Rita, la alcaldesa Flor de Pascua, puede ser su símbolo y musa. Es la conjunción de sus anhelos: no solo se lanza a la calle para reivindicar lo que considera suyo sino que lo hace al grito de “gobierno, usurpador” y “venga, ven, a ver si te atreves”.
Es un puro cóctel molotov en versión “Nuevas Generaciones-Indasec”. Lo mejor es esa metamorfosis de amigable alcaldesa en provocadora antisistema que estamos viendo en los últimos tiempos. En su caso, sin embargo, no va rompiendo mobiliario urbano, que luego lo tiene que detraer de la partida de jardines verticales, sino lanzando sugerencias incendiarias a las ministras de Zapatero.
Empezó con Sinde cuando apareció en carne mortal en El Cabanyal. En aquellos días, le llegó a ofrecer batalla electoral. Y lo hizo brindándole la opción de presentarse a las elecciones municipales para ocupar su sitio en el balcón del Ayuntamiento presidiendo las mascletàs. ¡A ella, capaz de censurar a los pirotécnicos porque copian, con sus truenos, óperas de Wagner!
Ahora, repite la osadía con Espinosa al sugerir que debería comerse una paellita a la orilla de la mar, que está linda, Margarita, digo Elenita. ¡Invitar a una ministra del gabinete come-gordos del Vogue, azote de los amantes del triglicérido y la morcillita de arroz! ¿Se puede ser más cruel?
Imagínense a la Espinosa frente a un socarraet com Dèu mana, una bandejita de esgarrat con mucho aceite y mucho pan; una jarra de sangría con mucho azúcar y mucho alcohol y, para rematar, un purito de los del Comandante. Como para acudir luego a un Consejo de Ministros repleto de tallas 38 y talibanes del buen yantar. Ésta no pasa el antidoping.