Ya estamos en campaña. ¿Cuántas veces lo he escrito en los últimos meses/semanas/años? Ya ni recordamos cuándo empezó esta campaña incluso aunque formalmente ni siquiera haya sido convocada.
Sé que los políticos lo están siempre. Viven para ello y trabajan para empezar partida nueva en cuanto ven “Game over” en la noche electoral. Sin embargo, estos últimos años, y no digamos estos meses, están siendo un revival permanente.
Tuve la iluminación ayer al ver los datos del CIS que de repente desaparecen de la escena y luego vuelven a aparecer. Ahora lo hacen con un cierto toque de desconfianza en la medida en que favorecen a Rubalcaba a quien presentan con más ‘punch’ electoral que Rajoy, aunque en la letra pequeña especifiquen que se trata de un sondeo hecho cuando aún no había dejado el gobierno. Desconozco si eso tiene mucha o poca influencia pero de lo que no tengo ninguna duda es de que unos y otros lo rentabilizarán.
Si digo que estamos en campaña es porque, superada la cumbre europea, vuelve RbCb a la primera línea de fuego mediático. Quizás para ocultar a ZP o quizás para lograr los dos fines al mismo tiempo.
El caso es que la recuperación de Rubalcaba ha sido un disparo hacia arriba del hombre-bala. Va como una moto. Remonta. Ése es el mensaje. Que consiga ganar el sprint es la esperanza de muchos. Estamos asistiendo al inicio de x meses de lo mismo y yo no tengo ánimos para esto. Sean dos, tres o cinco. No me veo con fuerzas para escuchar a Rajoy hablando del páramo de España, aunque lo sea, y a Rubalcaba, de la esperanza del puño y la rosa, aunque la haya.
Cuanto más tiempo invirtamos en tirarnos la vajilla a la cabeza, menos energía habrá para poner algo en el plato de tanta gente que lo necesita.
Lo único que me da morbo es el despliegue de técnicas del PSOE para ganar contra pronóstico. Como el RbCb, que me recuerda a R2-D2 pero con menos gracia y el mismo poco pelo.