Los políticos son los seres humanos con mayor capacidad de andar de puntillas sobre cristales rotos y no hacerse ni un corte. Nada que ver con la habilidad de los mozos de San Pedro Manrique pisando brasas. Esa es la sensación que tengo cada vez que alguien matiza las palabras que dijo anteriormente y fueron malinterpretadas o explica algunas declaraciones con apariencia de contradicción que, sin embargo, son meridianamente claras para él. Nunca se contradicen; simplemente, necesitan expresarse mejor, concretar o explicitar los detalles de aquello que parece confuso e incoherente.
Lo digo por la famosa “línea roja” de Fabra. Ayer mismo salió de nuevo a relucir en relación a la alcaldesa de Valencia. Alberto Fabra volvió a explicar que la presencia de Barberá en el caso Noós es perfectamente compatible con su defensa de la limpieza de corrupción en el PP. Conste que una servidora no cree que la alcaldesa se haya enriquecido a costa del erario público. Ni mucho menos. Cosa distinta es que su “beneficio” haya sido sentirse la gran “mamma” del Mediterráneo durante décadas. Eso sí lo veo en su trayectoria. A cambio, como dijo Fabra, Barberá ha peleado por la ciudad aun con todos sus errores, excesos y defectos. Tantos años en el poder dan para un elenco extenso de fallos, pero también de aciertos y mejoras. No sería justo olvidarlos.
Lo que me llama la atención es esa matización a la que se siente obligado Fabra cuando le preguntan por su tolerancia cero hacia la corrupción. Ya sabemos que no ha llegado al cero sino, en todo caso, al dos con cinco. Lo que costó el caso Blasco o la presencia de Castedo en Les Corts indican que aún está lejos del cero rotundo. Por eso quizás los periodistas insisten y él explica, analizando con bisturí, que se refería a miembros del Consell y cargos orgánicos en el partido, no al universo en su conjunto. Así quedan fuera algunos pesos pesados. Fabra, pues, se acoge a la letra de su promesa y no tanto al espíritu que pensábamos muchos que tenía su declaración. Pero así es la política, hecha de matices, puntualizaciones y notas al pie.