>

Blogs

María José Pou

iPou 3.0

¿Dónde está Paco?

Ya me estoy imaginando al juez Castro al estilo de Gila pegado al teléfono: “¿Está Paco? Que se ponga”. Al menos eso quisiera él después de haber venido hasta Valencia para tomarle declaración a Francisco Camps y que éste esté ilocalizable. Ilocalizable. Eso dicen. Ya no contesta ni al teléfono, como cantaba Laura Pausini en nuestra adolescencia. Y Valencia es una olla que hierve en hipótesis de todos los colores. ¿Dónde está Wally?, se preguntan algunos con verdadera inquietud. Y hasta el malevaje dice que lo vio correr como el Coyote por el maratón mientras el Correcaminos Castro le seguía los pasos. Mic-mic.

A mí, estas cosas me preocupan. Es que una es “patidora” de nacimiento y cuando no tiene noticias de alguien, se pone en lo peor. Sé que no debería hacerlo porque una servidora pasa del teléfono, del timbre y hasta del Facebook cuando le parece, mientras los amigos devoran las uñas hasta los codos. Pero cuando se trata de los demás, me imagino cualquier catástrofe natural en la que hayan podido verse implicados: una riada en plena sequía, un tifón en el lago de los patos de Viveros o unas bravas con salmonella en un restaurante chino. Aunque todo esté en contra de la razón, me corroe la inquietud.

Como ahora mismo. ¿Dónde está Camps? ¿Por qué no da señales de vida? ¿Es posible que no sepa que lo buscan aunque lo sepamos en toda la Comunitat? ¿Se habrá quedado sin batería, sin cobertura o sin saldo? ¡Por Dios, que alguien haga algo, no sé, poner un anuncio en Radio Nacional diciéndole que le buscan! ¡Paco, vuelve! ¡Venga, por favor, que te ajuntamos! No hagas caso del receloso de Ximo Puig que te imagina en no sé qué bunker, como antes otros te vieron en una cuneta. Hay que ser “malagente”.

Todo menos pensar que le ha pillado la nevada en un pueblico de Les Ports mientras hacía senderismo en plena naturaleza o que está de relax en un monasterio budista donde no dejan usar el móvil. Y, lo que es peor, dando por hecho que estar “out” en fin de semana le convierte a uno en delincuente. ¡Válgame Dios! ¡Qué inquina, solo por no contestar al teléfono!

Socarronería valenciana de última generación

Sobre el autor

Divide su tiempo entre las columnas para el periódico, las clases y la investigación en la universidad y el estudio de cualquier cosa poco útil pero apasionante. El resto del tiempo lo dedica a la cocina y al voluntariado con protectoras de animales.


noviembre 2013
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930