Los quieren ver en las fiestas, dice Bellver. Se refiere a los diputados de les Corts Valencianes que se reúnen poquito y no es por indolencia, ¡válgame Dios! sino porque les pilla la Magdalena, las Fallas, o les Fogueres. Es lo que tiene el calendario: que siempre pilla las mismas fechas.
Cualquier día los vemos con el pavo correteando entre los escaños para celebrar el Día de Acción de Gracias. Todo sea por la fiesta. Y por todas las fiestas que en el mundo han sido. Pero ¡cómo!, ¿aún no celebran el Día de San Patricio, la Oktoberfest y el Midsommar? ¡No puedo creerlo! ¡Qué mal van a quedar sus señorías con Irlanda, Alemania y Suecia respectivamente!
De todos modos, a mí no acaba de convencerme eso de que la gente los quiere ver en sus fiestas, salvo que sea miss Camiseta Mojada o la fiesta del pijama, donde poder encontrarlos distendidos y dicharacheros. Lo digo básicamente por un motivo que a los ciudadanos no se nos escapa aunque a ellos parece que sí: casi ningún valenciano conoce a los diputados de Les Corts, salvo a aquellos que repiten cargo, y es ése último el que los hace populares. Eso significa que, como mucho, quieren ver a su alcalde o a algún miembro del Consell y ahí tropezamos con otro factor que me hace mostrarme tan suspicaz. Con la que está cayendo, es posible que los ciudadanos queramos tener a un político cerca, sin duda, pero para ponerlo de hoja de perejil.
¿De verdad ellos quieren venir a nuestras fiestas? Lo digo porque, ya puestos, pueden sumarse a todas nuestras convocatorias y sentirse como en casa, es decir, deberíamos invitarlos a la fiestas de la urbanización, al cumple del niño o a la verbena de verano en el pueblo. Y una vez cercados por los vecinos hacerles saber nuestro parecer sobre sus vacaciones eternas, su trabajo relajado y sus dietas, viajes y llamadas de móvil a costa del erario público.
Que vengan, sí, que vengan de fiesta. Nos hará mucha ilusión. Les invitaremos a una copa. ¿A una copa he dicho? ¡Barra libre! Si ya viven a nuestra costa ¡cómo vamos ahora a escatimar en gastos! Que vengan. Que se dejen el trabajo y se vengan de fiestuki. ¡Lo que vamos a divertir!