Ahora está en alza el asunto de las elecciones primarias bien porque unos no quieren ni hablar de ellas o porque a los que las hacen se las critican al menor resquicio. Sigue sin llover a gusto de todos y menos en política. En todo caso el hecho de que se celebren es un logro de la ciudadanía y, poco a poco, las acabaremos viendo como algo habitual que bien reglamentado activará la concienciación política, la implicación de los afiliados y en resumidas cuentas una representación más autentica del sentir de los ciudadanos. El enfoque personal de aproximación a unas primarias revela aspectos particulares de los participantes, por lo que esporádicamente me permito la licencia de hablar sobre asuntos de política en un blog sobre Neurodesarrollo al quedar expuestos los competidores a conocer sus pensamientos e intenciones, hasta entonces muchas veces ocultos.
Algunas personas que con muchas ganas entran en cualquier grupo, y más si es político, muestran una gran avidez por desarrollar sus propias ideas y dinámicas sin reparar que en el caso los partidos políticos éstos tienen bien establecidas unas reglas de funcionamiento, y previsión de excepciones bien reglamentadas, que implican el lógico control del funcionamiento del partido, siendo obvia la opción de que el que quiera, o entra en esas reglas del juego o se queda fuera.
He vivido en primera persona las recientes primarias del partido Ciudadanos y ante algunos comentarios confusos para la población ajena a estos menesteres debo proclamar bien alto que se han seguido las reglas del juego. Se puede uno lamentar que por pocos días de los 6 meses de antigüedad estipulados se haya quedado fuera de competir, pero el azar tiene eso. También puede uno contrariarse porque la estrategia del partido en sus estamentos superiores haya propuesto, como está reglamentado, dispensar a un candidato con evidente tirón mediático como Toni Cantó, y en ello hay que ser respetuosos.
Hablar aquí de “dedazo”, en el sentido de colocar a una persona por encima de todo, nada que ver con lo que se estila en otros partidos. De hecho su postulación de ultimísima hora para el numero 2 de diputado para las elecciones generales competía in extremis con otros candidatos como Andrés Goerlich que muchos a priori estimaron óptimamente preparado y representativo de las inquietudes valencianas, y que a punto estuvo de no dejarse adelantar por el ex dirigente de UPyD.
Pero es evidente que lo que se pretende es ganar espacio en las próximas elecciones generales y en este sentido la balanza de los electores se ha inclinado por alguien con mayores antecedentes de tirón mediático Y que arrastre más votos, planteándose por tanto una situación coherente con lo que supone una competición política con el buen fin que persigue el partido que preside Albert Rivera como punto de referencia indiscutible para afrontar mas sensatamente el futuro político español.
Podrá haber habido discrepancias por los “timing” desafortunados en las postulaciones, pero a la postre todos los afiliados que han querido han votado y ya están prestos los candidatos elegidos. Dejémonos de zarandajas y cerremos filas con nuestros representantes, ahora hay que poner de manifiesto una piña en aras de la coherencia de las propuestas de Ciudadanos que apuestan por un futuro renovador e ilusionante, aunque eso incordie a los que tratan de aprovechar cualquier resquicio para minar al adversario.
Estamos ya como en una carrera de la milla, nuestros 1500 metros, aquella que nos díó tantas glorias al atletismo español, y ya a punto a comenzar la última vuelta de los 400 que es la decisiva, 100 metros por cada mes que falta para las generales. Ya han empezado los codazos, no hay que perder ritmo con el pensamiento puesto en la meta, que la recta de llegada con los tirones correspondientes está a la vista.