Se tiene o no se tiene (I)
No cabe dentro del bolso o el maletín, la elegancia. Se tiene o no se tiene. Ni se contagia, ni se plagia, ni se compra. Ni se hunde ni sale a flote sin tenerla aunque a veces se hereda. Tú al menos crees que tampoco se coarta la delicadeza ajena, que viene a ser algo así como de corcho.
Hablando de situaciones delicadas, ayer mismo una amiga te presentaba a una amiga suya de quien tenías buenas referencias: -Hola, me han hablado mucho de ti, me alegro de conocerte, dices tú. – Bien, te dice casi sin pararse a mirarte mientras te da dos besos más automáticamente que un expendedor de tabaco. Por no dar no te ofrece la más mínima sonrisa ni una frase de cortesía. A cuadros te quedas mientras ella se gira a lo suyo. Y piensas que las primeras impresiones no son más que eso, primeras impresiones. A buen seguro es una persona fantástica acompañando a quien acompaña. Os tomáis un café con vuestra amiga común y te das cuenta de que parece maja hasta que le ves los zapatos. Y empiezas a dudar de nuevo.
No es broma. O sí. Cuando hace casi un año comenzabas a hacer piruetas hablabas de elegancia y futuro que ‘ya no son lo que eran’, parafraseando a Paul Claudel. En los buscadores hay miles de imágenes elegantes del mundo de la moda y casi ninguna que ataña a la actitud personal, tan intangible como todo lo realmente importante, como lo es ver a alguien practicar el buen gusto en su relación con los demás.
Situaciones delicadas hay muchas. Bárcenas te sorprendía de nuevo el fin de semana. Visto lo visto lo complicado en su caso sería no encontrarse de vez en cuando en alguna ¿No?. El panorama que tiene el ex tesorero del PP es descorazonador dado que no puede hacer frente a los recibos de luz y agua (fuente El Mundo, 6 sept.). Si nos está tomando el pelo a todos al menos hay que reconocerle que tiene una manera intrigante y entretenida de hacerlo. Pasáis a abordar temas que realmente os interesan como familia y trabajo. Suspiros y silencio. Volvéis sobre la jueza Alaya pero triunfa más la vuelta al cole. Confiesas no haber visto todavía el video de la presentación de Ana Botella ante el COI. Te miran como si fueras de otro planeta. Risas, claro.
Más risas -tontas-, después de ver en Youtube el video siguiente, ‘Sophisticated song’, montaje a partir de una canción de Hugh Laurie sobre ‘La fiera de mi niña’ de Howard Hugues que le ha llegado a una de ellas vía Twitter. Vas a verlo más de tropecientas mil veces, te ha encantado.
Entra otra amiga a la cafetería, se dirige a vuestra mesa y os saluda a todas con calidez. Deja el bolso -sin sacar el móvil- sobre su silla y os hace reír contando algo que le acaba de pasar. Te dice que deberías crear una web detector de plagios aunque desconoce si ya hay algún programa informático y normativa legal al respecto. Te lo buscará -es abogada- y te dará ideas que te enviará por correo. Gente elegante la ha habido siempre.
Y te despides de ellas con una sonrisa en la boca. Sales a la calle abriendo el paraguas para seguir circulant pel món en este fresco martes de septiembre.