La factoría de Ford en Almussafes está en una situación de ‘stand by’ que empieza a carecer de lógica. En España, Alemania y Rumanía es un clamor que la Transit Connect se va a fabricar en Almussafes pero la multinacional sigue manteniendo la pose y no lo confirma. Más grave es aún el caso de Kuga, que aunque tampoco está confirmado, irremediablemente llegará a la planta valenciana.
¿Por qué no confirma ya el Kuga? Saarlouis (planta que ahora lo fabrica) no lo va a hacer porque no puede. Almussafes ya no le ayudará con el Focus por lo que irremediablemente en Valencia se montarán todoterrenos. A Antonio Adés, máximo responsable de la factoría, le vendría muy bien esta confirmación cuando tenga que decirles a sus empleados que tienen que hacer un nuevo esfuerzo (a sumar a los de 2009), Les va a tener que aplicar otro nuevo ERE temporal.
¿Cómo se llega a esta situación? El problema está en la furgoneta. Jan Gijsen, presidente de Ford Rumanía, lleva cuatro meses cargando contra su plantilla (ver http://t.co/Brw8jkU), que no da la talla para fabricar para Ford. La solución no tiene vuelta atrás ya que la multinacional no se puede permitir más errores por lo que la decisión está tomada a falta de ver cuántas contraprestaciones tendrá que dar la empresa al gobierno rumano por las ayudas recibidas. Sean las que sean, Ford se está autocreando otro problema. Según me cuentan varios proveedores, los lanzamientos que tiene que hacer Almussafes (Kuga y Transit Connect) pueden tener problemas por falta de tiempo.
La decisión es drástica, difícil, pero hay que tomarla. Supone reconocer que Ford se equivocó al confiar en Rumania y que Almussafes es su tabla de salvación. Pese a todo, me pregunto: Ford, ¿a qué esperas?
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