AGUIRRE, EL MAGNÍFICO

Autor: Manuel Vicent
Editorial: Alfaguara
Precio: 18,50 euros
256 páginas
Manuel Vicent no está para cambiar de estilo a estas alturas. Así que, o te gusta o mejor no empezar un libro donde el autor escribe a sus anchas de sus cosas, de lo que mejor conoce sin casi verse obligado a tirar de imaginación. Con la memoria y las ganas de afilar el bisturí le ha bastado. Malicia no le falta a Vicent. Eso se percibe rapidamente en un retrato ácido, impío, pero construido, según el autor, desde el deseo de no hacer demasiada sangre de la figura de Jesús Aguirre. No es una novela. No es una biografía autorizada ni sin autorizar. Es una mezcla de las tres cosas. Es necesario que previamente atraiga el personaje de Aguirre para aguantar algunos pasajes de la novela, especialmente en el tramo intermedio, algo cansino por la insistencia en asuntos teológicos que luego no van a ningún lado. Igualmente, insisto, tiene que gustar Vicent, dejarse vestir con el traje que él trae para el lector, tenerle cariño, para no considerar reiterativas las ambientaciones donde retrata la sociedad, la política y el ambiente intelectual madrileños a través de una estructura narrativa repetitiva mediante la enumeración breves impresiones, marcas y anécdotas. Algunas descripciones son tan malvadas como divertidas.

Los más chismosos quedarán contentos con la parte final del texto (donde se incluye a la duquesa de Alba) y la descripción de las preferencias sexuales de Aguirre.

VALORACIÓN: Entretenida y bien escrita sin tirar cohetes. Divertida. Cojea hacia algunos tics de la izquierda tradicionalmente considerada como tradicional. Hay que estar puesto en política y ambientes literarios de la España de los años 70, y también de la posguerra, para captar todos los recados que Vicent envía a amigos, enemigos e indiferentes. Y a pesar de lo que se repite por ahí, a Joseph Ratzinger lo nombra, pero sin que Vicent lo considere un maestro de Aguirre, sino que los conecta a través de conceptos teológicos y amistades comunes. 

BURGUERA