Horacio Castellanos Moya
Tusquets
169 páginas
15 euros
Un tipo llamado Eduardo Sosa entra en contacto con un tipo que vive en su barrio dentro de un Chevrolet amarillo. El indigente, Jacinto Bustillo, se muestra poco comunicativo pero llama mucho la atención de Sosa, que le sigue y descubre que dentro del vehículo en el que duerme Bustillo también pernoctan un grupo de serpientes que se convierten en un gran quebradero de cabeza para las autoridades locales una vez se desata una historia de violencia, venganza y narcotráfico.
VALORACIÓN: La novela mezcla dos tipos de lógica argumental. Una trama inverosimil y otra totalmente lógica conviven y fuerzan la realidad de manera macabra y violenta. La relación del personaje central con las serpientes es morbosa, extraña y absurda, inversosímil, pero funciona muy bien. El modo en que la sociedad contempla la miseria, la manera en que se interpreta la realidad por parte de las autoridades policiales, los prejuicios contra la pobreza de los que aún (aún) no son pobres, la violencia latente en los personajes, en todos, la falta de cintura para convivir con situaciones incontrolables, las relaciones entre policías de diferentes departamentos, el abismo entre pobres y ricos son desarrollados, tocados y en algunos casos solo sugeridos por Castellanos Moya, que obtuvo el año pasado, muy merecidamente, el premio de Tusquets por ‘La sirvienta y el luchador’, una historia, aquella, más violenta, donde la represión policial era la protagonista. ‘Baile con serpientes’ se escribió en 1996. Tusquets ya la editó en 2002, y ahora, una vez revisada y con el autor más reconocido, repite suerte. La trama tiene un punto delirante que no deriva en delirio, ejemplificado en el rol que se le da a las cuatro serpientes que comparten protagonismo con el personaje principal. A mí me gustó, me reí, pero reconozco que es una novela fácil, muy fácil de leer, pero con ciertos elementos macabros, extraños. Tiene un puntito raro que se puede confundir con realismo mágico y no sé yo si el autor camina por esa senda.
BURGUERA