EL CRIADOR DE GORILAS
Roberto Arlt
Ediciones del viento
141 páginas

Cuentos sobre África en la que personajes, principalmente europeos u occidentales, observan y participan en tramas relacionadas con costumbres de países muy distintos, subsaharianos y árabes. Los relatos provienen de un viaje que realizó el escritor argentino durante un año por España y el norte de África. La estancia en la península ibérica propician una selección de artículos titulados ‘Aguafuertes de España’, mientras que el recorrido africano generó estos cuentos, muy relacionados con leyendas y tradiciones transmitidas de boca a boca.
VALORACIÓN: Como Arlt publicó su primera novela a los 26 años, cuando se acercaba a la cuarentena ya estaba bien rodadito, y eso se nota en estos cuentos, desprovistos de artificios, limpios, sencillos y con un punto de relación inocente con el lector que posteriormente cambió. A pesar de ese relato abierto de Arlt, fluido, es fácil observar que el escritor anticipa lo que posteriormente abordaron muchos autores latinoamericanos. El realismo que impera en las tramas y en la manera de contarlas se mezcla con ciertos ambientes oníricos, algunos juegos y guiños, así como reflexiones interesantes (….”Rahutia hablaba sin cólera, con la triste lentitud de una mujer que ha presenciado demasiados sucesos para ignorar que el Destino los resuelve siempre de un modo inesperado y en un minuto muy breve”) en mitad de ambientaciones que recuerdan a las mil y una noches. ‘Los bandidos de Uad-Djuari’ anticipa esa tradición de cuentos con final inesperado, girado, que posteriormente tan bien se han labrado en la literatura argentina. Limpio y sencillo, tanto que hasta se pueden comer sopas (de letras, claro, es recurrente pero así es) sobre este libro, de lo aseado que es. A pesar de esa limpieza narrativa con que se desarrollan las historias, quizá un punto inocentes para los lectores del siglo XXI, se presentan escenas de una violencia cruda y pura. Interesante libro para entender de donde viene tanto gran escritor latinoamericano, que son como una plaga feliz.

BURGUERA