LA VIDA INTERIOR DE LAS PLANTAS DE INTERIOR

Patricio Pron

Mondadori

140 páginas

Siempre empiezo los libros de cuento leyendo los más cortos. Supongo que por pereza, para ver si merece la pena seguir. En uno de los más cortos, Pron se transmuta en un perro de Pablo Picasso aparecido en muchos de sus cuadros, o al menos así lo cuenta el can. El final de ese relato importa poco, y el del resto también, porque lo mejor de leer a Pron es leer a Pron, no lo que te cuenta, sino cómo lo hace. No es un libro para aprender historia ni cualquier otra cosa, no busca agradar a un lector prototípico, potencial comprador que anime a otro a comprar el libro. Lo de tener una voz propia, si hace falta un ejemplo, pues aquí hay uno. A mí me recuerda a Julio Cortázar, que es lo lo mejor que puedo decir de un escritor de cuentos. No llega a tanto, pero ‘El nuevo orden de la última lluvia’ o el cuento de la florista, o el de la gran mancha de basura en el océano (según el autor, en el Atlántico, aunque yo creo que la isla real flota sobre el Pacífico), me parece un conjunto de initaciones a leer y componer la historia a través de la propia imaginación. Prácticamente todos los relatos terminan con un final muy abierto, quizá demasiado, ya no líquido, sino gaseoso, pero, vaya, cuando se escribe como Pron uno puede mandar al carajo el estilo convencional de un argumento. Es importante dejarse llevar por Pron, aunque uno no sepa donde acaba exactamente, pero el viaje, como siempre, es siempre más importante que el punto de destino. Hace falta una trabajada ‘cultura del cuento’ entre los lectores para apreciar en toda su magnitud y matiz la calidad de este libro inconcluso como la vida.

BURGUERA

@Fausto6969