Jesús Carrasco
Seix Barral
224 páginas
17 euros
Un niño escapa de su aldea e inicia una desesperada fuga a través de una llanura tórrida, infinita, hostil. El niño es perseguido por un alguacil y recibe la ayuda de un pastor de cabras.
VALORACIÓN: Pues sí, sí que recuerda al McCarthy de ‘La carretera’. Porque elige una historia casi apocalíptica, difícil de situar en el tiempo; porque emplea personajes que no son denominados por su nombre, y son símbolos, arquetipos del mal, del bien, de la inocencia. O quizá no de conceptos tan puros, pero sí hay un símbolo; porque la trama angustia y uno tiene la sensación en todo momento de que la historia acabará mal. Habría que leer, no obstante, a McCarthy sin traducción de por medio para poder señalar con conocimiento pleno si Carrasco domina el lenguaje mejor que el americano. Desde luego, peor no lo hará. Este escritor extremeño que vive en Sevilla realiza una exhibición casi pornográfica de su dominio del lenguaje, del ritmo, del vocabulario adecuado al terreno… de todo. Imposible creer que ‘Intemperie’ es su primera novela. No es, en cualquier caso, una novelita al estilo americano. Las semejanzas con McCarthy no son menores que las que relacionan a Carrasco con los grandes autores castellanos, de estepa, de Páramo de Masa. ¿Sería mucho decir Delibes? Pues quizá no. O el Cela de Pascual Duarte, quizá. La novela es dura, árida, potente, seca e impía como las piedras de esos caminos por donde transitan los personajes. Las frases (pocas) del cabrero suenan a pura verdad. No tanto las del alguacil; y quizá existe algún pasaje en el que Carrasco se gusta describiendo lo innecesario (la vuelta del niño al economato del tullido, por ejemplo), pero eso no impide decir que esta novela dará que hablar.
BURGUERA
@Fausto6969