CUADERNOS RUSOS
Igort
Salamandra
25 euros
El italiano Igor Tuveri arranca en octubre de 2006, momento en que la periodista Anna Politkóvskaya fue asesinada en Moscú, un espeluznante repaso de la guerra del Cáucaso y el modo en que el gobierno ruso silencia al periodismo que denuncia la violación de derechos humanos en Chechenia.
No hace falta se un hacha de la observación para darse cuenta que en Rusia la diplomacia no se entiende como un sutil arte de convencer o seducir, sino como un instrumento para fijar la posición dominante (en la mayoría de ocasiones) del Gobierno de Moscú. En el caso de esta novela gráfica, Igort arranca explicando la inquietante muerte de Politkóvskaya, así como de un par de sus compañeros gracias a la ‘Democradura’ que permite al Ejecutivo apretarle las tuercas a los que molestan al poder o se enfrentan a él. No se corta el autor en señalar al Ejército ruso como una auténtica banda de malhechores, dibuja torturas atroces, violaciones múltiples, asesinatos masivos, da voz a personajes muy novelescos pero reales (Galia Ackerman), explica el ingrato futuro de los soldados que luchan en el Cáucaso y posteriormente forman parte del Foro de veteranos, recuerda las deportaciones de los años 30 a Siberia, busca las raíces antropológicas de la sociedad rusa (el credo ortodoxo), repasa situaciones truculentas con rehenes de por medio en las que las autoridades rusas no se emplearon precisamente con mano izquierda… en fin, que Igort le hace un traje a la Madre Rusia de tal calibre que, teniendo en cuenta cómo se las gastan por allí con los que alzan la voz (Alexander Litvinenko, Viktor Yanukovich…), yo si fuese el autor no me tomaría un té o un café si no me lo hago con mis propias manitas. La novela gráfica es un espeluznante reportaje, relatado como tal, en el que el dibujo es el instrumento para contar una historia de enjundia, dura, pero muy interesante. Engancha.
BURGUERA