EL SUEÑO DEL CELTA
Mario Vargas Llosa
Alfaguara
22 euros
451 páginas
Leer a Vargas Llosa es como subirse a un coche de gama alta. Al principio, parece que va solo. Lees facilito, rápido, seguro, las frases nunca derrapan y el verbo no vibra ni se cala por mucha acción que contenga o mucha pausa que se le haya dado. Es un motor alemán, o sueco, de una seguridad forjada en acero lingüístico del alto calibre. Pero a todo nos acostumbramos, y entonces es cuando uno se pregunta hacia dónde va. En el caso de ‘El sueño del celta’, la vida de Roger Casement, el viaje es mejor que el destino. Se queda este libro entre novela de una biografía y biografía novelada. Es indudable lo bien documentado que está . Incluso sus buenos propósitos, que calan, pues transmite perfectamente la barbarie sufrida tanto en el Congo como en la zona amazónica entre Perú y Colombia. Queda un poco en tierra de nadie, sin embargo, la fase donde se habla de la deriva nacionalista de Roger Casement, el personaje principal, irlandés hasta la muerte. La abrumadora presencia de datos biográficos sobre Casement (que si una visita a un pariente, que si un viaje corto a un lugar intrascendente para la trama…) resta agilidad al texto. La repetición del sufrimiento acontecido tanto en Perú como en Congo quizá sea necesaria, pero, por su extensión, rebaja el interés del relato. El tratamiento del fervor nacionalista de Casement es muy respetuoso, contrasta con la manera en que el autor se moja frente al colonialismo en Latinoamérica y África. El final es hermoso, y la relación que establece entre protagonista y sheriff es digna de recordar.
VALORACIÓN: La novela decae en su tramo intermedio. Gusta, pero empalaga un poco. No está a la altura de lo mejor del escritor. El estilo de Vargas Llosa, tan pulcro, tan preciso, tan ameno, mitiga algunas lagunas de la trama. A Vargas Llosa siempre se le dice sí, pero en esta ocasión es un sí condicional, un si, sin acento por la deriva hacia la atonía que sufre la novela en algunas de sus fases. Los desafectos del género biográfíco sufrirán un poco para terminarlo, pero la denuncia del colonialismo es magnífica y escrita de manera colosal.
BURGUERA